Mirada laica a una santa
El objetivo inicial de este magnífico libro era ser un estudio comparativo del canon de la santidad femenina entre los siglos X VI yXVII. En un mundo con enorme demanda de veneración de santos, la presión popular pasó a ser para la Iglesia católica un inquietante problema que controlar. La honda misoginia de la época no impidió que hubiera monjas convertidas en banderas de ejemplaridad pública. Una franciscana toledana logró la atención de ser biografiada y que Tirso de Mol in a compusiera una obra sobre ella, además las Cortes castellanas donaron 4.000 ducados para su beatificación. Esta se rechazó al llegar su causa a Roma en 1621. Por estas páginas asoman Catalina de Cardo na e Hipó lita de Roca bertí, entre diversas monjas catalanas. Pero la poderosa personalidad y obra de Teresa de Jesús se adueñó del nervio de este trabajo. Ahora que se celebra medio milenio de su nacimiento, ambos historiadores opinan que hay que despojar la de la envoltura hagiográfi ca que hipoteca su compleja figura.
Maternal con sus monjas ya la vez autoritaria, Teresa“tuvo una capacidad de empatí ay liderazgo excepcionales”, una singular capacidad para persuadir, convencer y gestionar sus emociones. Mujer emprendedora y espiritual, no fue individualista aunque amara la soledad. Supo no posi- cionarse nunca en las batallas teológicas y jurídicas y jamás renunció a su vocación de escritora, a pesar de alegar obediencia. Los autores subrayan tres iconos en su mitificación posterior :1) Capitalizada por el catolicismo romano, pero“no faltan testimonios de la fascinación por Teresa en la cultura protestante”. 2) Capitalizada por el nacional catolicismo desde FelipeII hasta Franco, pero vivió el tránsito desde los sueños europeos y libera les de Carlos V hasta el encerramiento e impermeabiliza ción de Felipe II .3) Feminista, mujer libre que sorteó obstáculos y que sufrió impertinencias misó gin as, pero lo superó todo trazando“un horizonte reivindicativo para las mujeres con la ironía, la paciencia ye lop ti mismovolunt arista ”.
¿A quién fue más útil, a la Iglesia o al Estado ?, se preguntan los autores, y responden que “todos tiraron de ella ”. Teresa diversificó la exposición de su conciencia con sucesivos confesores. A las monjas que le sucedieron: “Les faltó perspectiva de la vida real fuera del convento que tuvo Teresa y les sobró ansiedad en la carrera por llegar a la meta de la santidad”. Inimitable su caminar por la vida.