Aldo Manuzio, primer editor europeo
Venecia recuerda al padre de los libros modernos
Manuzio se instaló en Venecia atraído por las obras de la antigüedad que estaban llegando ala ciudad de la laguna procedentes de Const anti nop la recién ocupada por los turcos. Home ro, Sófocles Virgilio, Ovidio ... Era urgente poner sus escritos a disposición de un público de lectores lo más amplio posible. El suyo era un afán misionero de carácter humanístico. Entre 1495 y 1515 salieron de sus prensas un centenar de producciones de belleza incomparable. La exposición de la Gallerie dell’Accademia ofrece la oportunidad de admirar algunas de las más sobresaliente s como el tratado De Arquitectu
ra de Vitrubio a notado por el gran estudios o del Renacimiento León Bautista Alberti ola rara edición delas obras de Aristóteles conservada en la biblioteca de El Escorial. Algunos de los principales autores italianos me--
dievales como Dante, Petrarca o Boccaccio adquirieron con Manuzio la condición de clásicos.
Tan importante como el catálogo de títulos que publicó fue el modo de hacerlo. SiGutenb erg había sido el triunfo de la técnica alemana, Manuzio lo fue del estilismo italiano. Creó el libro
user-friendly. Para ello, empezó cortando el papel con arreglo a esquemas geométricos inspirados en las proporciones áureas. Sustituyó el engorroso tamaño in folio, concebido para las bibliotecas monásticas, por el mucho más manejable en octavo. Apareció así el libro de bolsillo. Aunque, sin duda, su innovación más genial fue la sustitución de la ilegible letra gótica por la letra cursiva, hoy día conocida como itálica, que empleó por primera vez en una edición de V ir gilio en 1501.
No todo fueron innovaciones formales. Manuzio fue el primero en
darse cuenta de la importancia de la distribución para la industria editorial. Los responsables de la exposición llegan a presentar lo como el Steve Jobs del Renacimiento. Lo cierto es que revolucionó el acceso al universo cultural sus trayendo los textos del dominio de clérigos y académicos. Supo cómo vender sus libros inyectándolos en el circuito comercial que la Serenísim aponía a su disposición. Consciente de ello, Erasmo de Rotterdam decidió abandonar a su editor de Basilea para llamar ala puerta de Manuzio. Ambosllegaron aun acuerdo para publicar los
Adagios. Laobrafue un éxito rotundo al igual que lo fueron otras de autores contemporáneos como Los Asolanos de Pietro Bembo o la Arcadia de Jacopo Sannazaro. Todos ellos con el marchamo del áncora y el delfín que distinguía las producciones de la factoría Manuzio. Una creadorad ebest-sellers.
Inventó el libro ilustrado estableciendo una sinergia con algunos de los principales artistas delmomento. Fruto de ella fue la creciente presencia de obras de Man uzioenl os cuadros de Tiziano, Bellini, Lottoo Il Par migia ni no. Su sediciones de poesía bucólica y pastoril tuvieron un impacto directo en la re valorización de la naturaleza en la pintura de la ciudad más artificial del mundo, construida sobre agua. La exposición ofrece la oportunidad de visitar los paisajes de Giorgione, Lodi o el joven Tiziano que tanto deben ala lectura de las Bucó
licas y Geórgicas de Virgilio enl as ediciones de Manuzio
Quizá algún los libros digitales hagan desaparecer a las ediciones en papel. Tan toda. Seguirán estando en deuda con Manuzio.