Paranoia constructiva
Dos análisis, desde la biología y desde las ciencias sociales, que vuelven la vista hacia nuestras propias sociedades, hacia como nos relacionamos y hacia lo que Occidente y la humanidad deberían hacer para afrontar los retos venideros
El autor de Armas, gérmenes y acero, Jared Diamond (Boston ,1937), cuenta en su libro Sociedades Compara das que el grado de conocimiento empírico y comprobable de la realidad, atesorado a lo largo de años, le ha llevado a ostentar lo que él llama “paranoia constructiva”. Es decir, prestar más atención a los pequeños detalles de la vida que a muchas de las cosas que nos hacen considerar como muy importantes para nuestra vida y que no lo son. Un ejemplo: hoy los datos nos indican que es más fácil morir al resbalaren la ducha que en un accidente de tráfico y, sin embargo, nos angustia más lo segundo que lo primero. Por paranoia constructiva Diamond entiende “una actitud precavida que no es exagera da, sino pertinente ”. Su ensayo tiene el interés de comparar la situación y evolución de los países occidentales con otros países del mundo, desde la óptica de la observación, como cuando él mismo estudiaba el comportamiento de los pájaros.
Desde esta óptica de ser precavidos es interesante la advertencia que hace al constatar cómo occidente está perdiendo la ventaja acumulada en los dos últimos siglos con respecto a otras culturas. Perder la ventaja implica no sólo retroceder sino bloquear la salida a soluciones que permitan a los países de occidente seguir siendo competitivos. Diamond muestra, con el ejemplo de los EE. U U ., los peligros que supone no reparar en los detalles. EE.UU. cuenta con grandes ventajas, como son tener la mayor economía del mundo, el ejército más poderoso del planeta y la renta per cápita más elevada. Y, sin embargo, los países como EE.UU., “pueden desperdiciar sus ventajas, como lo ha hechoArgentina”.
Este debilitamiento va referido a varios aspectos, entre ellos el derrumbe acelera do del acuerdo político, que está desgastando el gobierno de las instituciones. Desde su óptica, este debilitamiento es debido al impacto de la televisión, internet y las redes sociales que supone el declive de la comunicación cara acara.
En la mirada de Di amond,eld etalle de cómo nos comportamos socialmente tiene más efectos negativos que la confrontación ideológica. Pesa más el contacto humano que los intereses políticos. Es más ventajoso to- mar un café con tu oponente que enviarle un tuit para hacerle cambiar de opinión. El segundo aspecto es la crisis del voto en EE.UU: “Sólo el 60% votó en las presidenciales, y el 20% en los últimos comicios municipales de Los Ángeles”. Probablemente, una de las razones de tan baja participación se deba, al observar de nuevo los pequeños detalles, a que en ningún otro país del mundo se celebran tantas campañas electorales. E E. U U. vive en una ininterrumpida campaña que, suma do a los obstáculos que ponen los gobiernos municipales y estatales para votar, desaniman al osvo- tantes. Un aspecto relevante: más elecciones no siempre responde a másdemocracia.
El tercer factor hace referencia ala cada vez mayor desigualdad socioeconómica. Diamond señala que el deterioro de las condiciones de vida de una buena parte de la sociedad se debe al deficitario sistema educativo público, que implica perder una buena parte del capital humano. Debemos añadir que esta situación de extrema precariedad genera, en las ciudades, la idea de que sólo con motines urbanos es posible cambiar las cosas. Por último, destacar también la ineficiencia del Estado y sus instituciones, cuyo costees muy superior a los beneficios que genera. El libro de Edward O. Wilson (Bir
mingham, 1929) El sentido de la existencia humana nos permite completar el resto del cuadro de nuestro tiempo, instalado en una perpetua sensación de que vivimos al borde del colapso de nuestro modelo de vida. Wilson, con su habitual energía para combatir las falsas creencias de que la evolución de la especie humana tiene un carácter mágico o simplemente religioso, nos permite adentrarnos en la necesidad de recuperar las humanidades si no queremos asistir al derrumbe del papel del hombre en el mundo, al constatar que no hemos conseguido ni perseguido poner en relación profunda la ciencia con las humanidad es.
La alerta de Wilson y Diamond, uno desde la biología y el otro de las ciencias sociales, es que debemos avanzar con menos abalorios vitales, sin perder nuestra ventaja adquirida a lo largo de los años como sociedad, y ser capaces de ver, en nuestra evolución cultural, aspectos que pueden ayudar a parar el derrumbe colectivo e individual al que asistimos. Como dice Wilson ,“¿ qué podrían extraer de nosotros si nos visitaran unos hipotéticos alienígenas ?¿ Qué podría serles valioso? La respuesta correcta son las humanidades”.
Los dos ensayos descansan en la misma observación íntima de que no podemos perder nuestra ventaja evolutiva, al no actuar sobre el mundo y sobre nosotros.