Big bands del siglo XXI
Hubo un tiempo en que reina ron el duque y el conde, es decir Elling ton y Basie, y con ellos Woody Herman, Stan Kenton, Benny Goodman, Marty Paich, Gil Evans… La época de esplendor d el asbigbands se prolongó hasta principios de los años sesenta. Después, cambios estéticos –la creciente fuerza del bebop, la llegada del free– y económicos –cada vez era menos viable reunir y mover a tantos músicos– mermaron su número. Pero no desaparecieron y las sigue habiendo en el siglo XXI, como la Lincoln Center Orchestra de Wynton Marsalis (en la foto) que ha grabado discos estupendos con Willie Nelson y Eric Clapton. En octubre del 2010 ofrecieron en La Habana una combinación de swing y ritmos latinos con ayuda de músicos locales. El resultado, que se edita ahora, trae ecos de leyendas como Mongo Santa maría y Cándido, y encandila.
En cambio, los planteamientos de Maria Schneider poco tienen que ver con esta concepción arqueológica del jazz de Marsalis. Es una compositora y orquestadora superdotada –colaboró con David Bowie en Blackstar– y su último disco, grabado gracias al mecenazgo, es un bellísimo homenaje a los paisajes de su infancia que exprime todos los matices de su orquesta.
Ysi saltamos a Europa destaca la WDR de la Radio de Colonia, que ha hecho portentosas grabaciones con Maceo Parker, Dollar Brand, Paquito D’Rivera, Lalo Schifrin… y ahora con Ron Carter. Y también la holandesa Metropole Orkest –mezcla de big band y de formación clásica–, que ha colaborado con Elvis Costello, Al Jarreau o John Scofield, y cuyo último disco, con el colectivo funk Snarky Puppy, rebosa vitalidad.