Ser artista
¿Qué significa ser artista? En la actualidad se están multiplicando las exposiciones, documentales y ensayos sobre la figura del artista con el afán de entrever la transformación de su papel en la sociedad. ¿Es el artista un iluso, un genio, un buscavidas? Si se fijan, existen toda una serie de clichés sobre el artista que la sociedad tiene bien identificados, como por ejemplo el del Artista renacentista (expresión cansina que hace referencia a alguien multifacético), el Artista genio o el Artista maldito. Sobre estos estereotipos y otros mitos trata la estupenda exposición
The artist que ocupa las salas del Nationalmuseum de Estocolmo. The artist examina los diferentes roles del artista y sus idealizaciones a través de casi cien obras de figuras consagradas como Rembrandt, Cindy Sherman o Picasso.
Esta vasta panorámica revela que los roles y los mitos del artista han ido variando a merced de los aspectos socioeconómicos de cada época: el pintor español de la corte que funciona por encargos o el artista bohemio francés antisistema son productos de la realidad social y económica de cada contexto y país. Hoy somos varios los críticos que subrayamos que el estereotipo de artista de actualidad responde al del emprendedor/empresario. Jeff Koons o Ernst Billgren se asemejan a modernos hombres de negocios al mando de su propia marca. Lo prodigioso de esta exposición es que precisa a la perfección los torrentes de los que se nutre el mar del arte; me explico: detecta el origen de las tipologías de artista reconocibles por el grueso de la sociedad. En este sentido, Kandinski protagoniza la línea de los artistas místicos, Dalí es el más representativo de los genios, y Van Gogh el de los arrebatados por la locura. La estereotipación del artista es una manera de asumir y encajar su papel en la sociedad, un proceso de domesticación de la desobediencia y la singularidad.