La Vanguardia - Culturas

Perfil de gonzalo pontón

- JORDI AMAT

Creada en 1941 por Alexandre Argullós y Josep Calsamigli­a –estudiante­s de la Autónoma de la República–, la editorial Ariel fue durante años referente de buen ensayo académico: dio con la fórmula de superviven­cia del espíritu liberal que caracteriz­ó la ilustració­n republican­a. Tiempo después, a través de una ampliación de capital, se incorporó a la propiedad el socialista Joan Reventós. Por entonces el consejo editorial estaba integrado por diversos popes de la universida­d barcelones­a. Desde 1963 uno de los correctore­s de la casa era Gonzalo Pontón.

Aún no tenía los 20 años. Ahora son 72. Estudiaba Letras, especialid­ad en Historia Moderna y Contemporá­nea. “¿Profesores decentes?”. Es rápido. “Indecentes”. Quería huir de la universida­d y volver al trabajo. Pronto desplegó sus talentos en tareas editoriale­s diversas. Pocos años después Xavier Folch entró en Ariel. Licenciado en Económicas y militante del PSUC, poco después de la Caputxinad­a fue expulsado de la universida­d. Desde 1968, recomendad­o por el pedagogo Pere Ribera –de la generación de Argullós y Casalmigli­a– y Manuel Sacristán –principal intelectua­l marxista español–, Folch se responsabi­lizaría de Ariel Quincenal. Era una colección de ensayo en bolsillo, espejeada en el libro de bolsillo de Alianza, que tenía como asesores a Josep Fontana –publicaría el totémico

(1971)– y al propio Sacristán –traductor y director de la colección Zetein–. En aquel momento Folch, Fontana y Sacristán formaban parte del consejo de redacción de la revista cultural del PSUC.

Edición y conspiraci­ón. La amistad entre el influyente Folch y el compañero de viaje Pontón se intensific­a. El 2 de marzo de 1974 hicieron una escapada desolada desde la editorial. De madrugada han ejecutado a Salvador Puig Antich. La pena que sintieron la multiplica­ba el conocimien­to de dos militantes del grupo anarquista de Puig Antich. Había sido a través de Lluís Solé Sabarís, colaborado­r de Ariel, que a finales de los sesenta Oriol Solé Sugranyes –hijo del geógrafo– y Xavier Garriga –los dos miembros del MIL– habían trabajado en la editorial. Pontón aún siente asco cuando rememora la impunidad asesina de la dictadura. Dijo a Folch que dejaría Ariel para fundar una editorial con vocación revolucion­aria. Tomó la decisión definitiva tras la muerte de Franco. Una vez que Folch decidió acompañarl­o, el editor Joan Grijalbo, tras su exilio, puso el capital.

Grijalbo, “un homenot” (según Jorge Herralde), principal financiado­r del PSUC (según López Raimundo), uno de los mecenas de Tarradella­s (según el principal interesado). A Pontón lo eligió como hombre de confianza y amparó el proyecto. Se llamó Crítica. No sería una editorial de partido, pero quiso reforzar la pujante ilustració­n marxista. Uno de sus primeros éxitos fue el programáti­co (1976) de Santiago Carrillo, que ahora Pontón no publicaría. El original les llegó a través de Pere Fages. Fundador de la Asamblea de Catalunya, Fages se había visto forzado a exiliarse. Pere Portabella me narra punto por punto su paso por la frontera. En París Fa- ges trabajó como jefe de gabinete de Carrillo. Vía París Crítica también publicó las primeras ediciones de su best-seller: la de Pierre Vilar. Pontón ya lo había intentado en Ariel, pero la edición, escondida en el almacén de un joyero amigo de Reventós, fue descubiert­a por la policía. En Crítica, gracias a un contrato de subrogació­n con la Librería Española de París, se pudo imprimir en 1978. Se deben haber vendido casi 500.000 ejemplares.

La continuida­d ideológica entre el Pontón de Ariel, el de Crítica y el actual es considerab­le. No ha sido una continuida­d empresaria­lmente plácida. Con Folch la amistad se rompió. Hace pocos años, Crítica pasó a formar parte de Planeta. Aún está en el holding, como Ariel. La relación contractua­l de Pontón con los Lara, sin embargo,acabóenlos­tribunales.Jubilación impuesta y, según contrato,

Pasó por Ariel, dirigió Crítica y desde el 2011 está al frente de la editorial Pasado & Presente Concibe la edición como una forma de combate civil. Y su libro ‘La lucha por la desigualda­d’ también

no podría editar durante un par de años. Era el momento para intentar aprobar, con nota, la vieja asignatura pendiente:escribir.Meloexplic­a,fumando sin cesar, en Pasado & Presente, la editorial que fundó en el 2011. En las paredes del despacho están reproducid­as las cubiertas en formato póster de algunos de los nuevos libros. En el fondo, presidiend­o, de Fontana,

 ?? XAVIER GÓMEZ ?? Gonzalo Pontón, historiado­r y presidente de la editorial Pasado & Presente
XAVIER GÓMEZ Gonzalo Pontón, historiado­r y presidente de la editorial Pasado & Presente

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain