Los pasajes globalistas de Seamus y PJ
Los diarios de viaje de PJ Harvey conforman el cuerpo argumental de The hollow of the hand, un libro objeto que ha presentado en algunos certámenes europeos en varios formatos. En la última edición del prestigioso festival de fotografía de Les Rencontres d’Arles, una desvencijada ermita del centro de la población francesa sirvió para presentar las películas que rodó junto a Seamus Murphy, con quien ya había colaborado en los vídeos narrativos del disco Let England shake.
El visitante observaba los filmes en lontananza, suspendido sobre una tarima instalada en el centro del espacio. Sin adivinar, en un primer momento, el hilo argumental del metraje, que se proyectaba sin interrupción.
La realización hiperrealista de las películas de Murphy explica con pulcritud los mensajes y reflexiones de las poesías de Polly Jean. Ambos artistas buscan penetrar en los misterios de la realidad de la gente anónima de Kosovo, Afganistán y Washington DC. “Quería respirar el mismo aire y conocer a la gente de esos lugares”, recuerda la artista en la información promocional del libro. Sin embargo, se antoja difícil imaginar cuál es la motivación para escoger como inspiración poética estos tres enclaves, sin aparente relación directa.
En Kosmopolis, Harvey, como gran atracción del festival, recitará los poemas inspirados por esos tres lugares que conforman esta obra adecuada para completistas o mitómanos. Sus versos realistas se enmarcan en la visión social de la PJ Harvey actual y su rotunda personalidad y magnetismo dan sentido a su presencia como rapsoda sobre un escenario. Sin embargo, un buen número de estas poesías echan en falta un hilo narrativo que valide la intensidad de la experiencia que parece que vivieron ambos protagonistas en sus viajes. Los pasajes filmados de Afganistán o Kosovo son especialmente intensos. Con todo, la incuestionable pericia fílmica de Murphy no siempre va acompañada del genio de Polly Jean, que a menudo se pierde en detalles inanes de escaso valor poético o narrativo. En la parte relativa al distrito suburbial de Ward 7, de Washington DC, la historia guarda mayor relación con la metáfora y la poetisa parece sentirse mucho más segura.
Sin duda, si descendemos al detalle literario se hace difícil justificar la expectación que ha levantado la participación de la inglesa en el festival barcelonés. El valor de la actuación se soslaya en su renovada actitud con marchamo político: entre su arsenal poético se encuentran versos de denuncia como “No man is an island”, de John Donne, que pone en entredicho el Brexit, o de T.S. Eliot o Harold Pinter, quienes se colaron entre las influencias de sus dos últimos discos.