...a ‘Show me a hero’
‘The Deuce’ La nueva serie de HBO, uno de los últimos y más destacados estrenos de la pantalla televisiva, narra las muchas sombras y las pocas luces de la Nueva York de principios de los años setenta. La de la prostitución en Times Square y los primeros
Si toda la obra de Simon aborda el hundimiento del imperio americano (y de sus sueños) en suelo estadounidense, la excepción que confirma la regla es la miniserie
La obra sigue las operaciones de un batallón de marines durante la guerra de Irak en el 2003. Es su serie más claustrofóbica y –por eso– masculina. Los uniformes –justamente– uniformizan: por momentos sientes que estás ante un único protagonista. De hecho, buena parte del elenco son marines reales: una vez más, realismo a copia de inyecciones de realidad.
Un barrio de Nueva Orleans, después del huracán sirve como escenario para esta serie sobre cómo la música no salva, pero alivia. Como se observa en el fotograma, a las cuestiones urbanas y políticas de siempre se les añade un nuevo elemento: la fiesta, el carnaval. La realidad antropológica de la ciudad mestiza da pie a esta indagación en las ruinas a través de personajes que conectan con unos Estados Unidos míticos, rituales, anteriores al imperio. Y que probablemente lo sobrevivirán.
Ambientada en Yonkers, Nueva York, a finales de los años ochenta y principios de los noventa, esta miniserie vuelve a abordar la política metropolitana desde un espacio periférico. Pero lo hace a través de la erótica del poder. Se ve claramente en la relación entre el alcalde Nick Wasicsko (Oscar Isaac) y su amiga Vinni Restiano (Winona Ryder), por momentos cálida e íntima, por momentos patética y vil. De nuevo un libro de no ficción nutre la serie (en este caso, de Lisa Belkin; en era de Evan Wright; en otros casos, del propio David Simon). Ficción basada en hechos reales, a menudo periodismo dramatizado.