Hausson-Lari: mentir para entretener
Magia Coinciden con sus nuevos espectáculos en escenarios barceloneses dos de las figuras más destacadas de la magia local: Hausson y el Mag Lari, en La Seca y el Condal respectivamente. Aprovechamos la coincidencia para comentar con ellos sus carreras y
No hay varita. No hay conejo. No hay chistera. Haces chas, pero no aparecen a tu lado. Con ellos no hay truco; se trata de juegos. No hay engaño; se promete ilusión. En resumen, son magos. Sí, magos, en plural. Son dos: Hausson (Jesús Julve, Barcelona, 1955) y Mag Lari (Josep Maria Lari Viaplana, Barcelona, 1973). Dos generaciones, dos personalidades, dos estilos, dos maneras de pisar los escenarios... pero siempre la misma magia. ¿La misma? ¿Seguro? ¿Sólo hay una magia? A eso vamos.
¿Qué es magia?
HAUSSON: Es el arte de mentir para entretener.
MAG LARI: Totalmente de acuerdo.
¿Los magos son unos mentirosos?
M.L.: Sí, es cierto: mentimos. Pero el público, cuando viene a vernos, sabe que vamos a mentirle. Y la mentira, si es consentida, no es tan mentira.
¿En qué se diferencia magia y truco?
M.L.: El truco es la magia sin poesía. Se debe hablar de juego, de ilusionismo, de magia... Hablar de truco es reducirlo todo a la parte más fea de nuestra profesión.
H.: La magia existe por el truco. Pero si sabes el truco deja de ser magia. Se dice que en magia es más difícil engañar al espectador ingenuo que al inteligente, porque el inteligente busca el truco como reto a su cerebro.
¿Los magos, los buenos magos, se conocen todos los trucos?
H.: Conocemos la gran mayoría de trucos. Pero todavía hay magos que me sorprenden. Y cuando veo sus números no busco el truco. M.L.: Hay muchos magos que lo que hacen son variaciones sobre los números clásicos, introducen mejoras. Y a veces te encuentras con una mejora que desconoces. Pero pasa poco. H.: Lo cierto es que casi siempre somos capaces de intuir cómo está hecho ese número.
¿Siguen mandando los números clásicos? ¿Los nuevos son siempre versiones de los antiguos?
M.L.: Los nuevos juegos de manos acostumbran a ser variaciones de los clásicos. Y a veces no tiene sentido intentar actualizarlos utilizando, por ejemplo, la tecnología. Nos sorprendemos más viendo cómo un mago corta una cuerda y luego vuelve a aparecer entera.
Pero ¿por qué no se crean números nuevos?
H.: Sí se crean. La magia utiliza muchas técnicas que combinadas nos permiten conseguir un efecto. Depende de cómo las mezcles creas efectos nuevos. Lo que sí es cierto es que la magia no ha evolucionado como lo han hecho otras artes, como lo han hecho el cine o las artes plásticas... La magia no se ha nutrido de los avances tecnológicos.
Y ¿sería bueno que se nutriera?
M.L.: Yo he visto cosas muy originales hechas con materiales de hoy, pero no sabes qué futuro tendrán porque la tecnología avanza muy rápido y los nuevos elementos se quedan enseguida obsoletos. A la gente le gusta el imaginario que hay en torno a la magia, ese imaginario que te lleva a otra época.
¿La tecnología nos puede hacer perder la capacidad de sorprendernos?
H.: Si el público no ve la tecnología, da igual si la utilizamos o no para hacer un efecto. Si no se hace evidente, la tecnología puede ayudar a la magia. M.L.: Pero la tecnología no nos hará perder la capacidad de sorpresa, porque entonces también la perderíamos ante una película de ciencia ficción... A la gente le gusta que le engañes en directo y no a través de un teléfono.
Si la magia es más que el truco, ¿en el caso de Hausson ese plus es la poesía y en el del Mag Lari es el humor?
H.: Cada uno tenemos un estilo de presentación. Lari usa el humor y yo no sé usarlo...
M.L.: Pero sí haces bromas.
H: Pero muy comedidas. Uno debe utilizar el estilo en el que se siente más cómodo. Somos actores y...
¿Se sienten actores?
M.L.: Claro.
H.: Un mago es un actor que interpreta el papel de un ilusionista. Pero, aunque interpretemos, uno no puede alejarse mucho de quién es para no ser demasiado falso.
M.L.: Tú has trabajado un lenguaje más poético y yo he empleado más el humor. Pero hay momentos en que tú usas el humor y yo la poesía.
Se adentraron en la magia de pequeños: a Lari le regalaron un libro de magia y a Hausson le premiaron con un juego de magia. ¿Se nace mago?
H.: Te regalan el juego, aprendes, haces algunos números a la familia... Y la afición se convierte en devoción y la devoción en profesión sin que te des cuenta.
Las características de un buen mago...
M.L.: La constancia, como en cualquierotro trabajo, porque hay que ensayar mucho. Y si te dedica sala escena, talento artístico para que el espectador vea que eres habilidoso pero también que eres artista, que sabes transmitir la emoción.
¿Ambos son autodidactas?
H.: Como en la música, en la magia hay intérpretes, intérpretes-compositores y compositores. Yo me considero un intérprete. ¿Autodidacta? Sí. Cuando yo empecé sólo podías reunirte con otros magos en las sociedades de magia... Ahora, quizás, hay más oferta.
Hausson es intérprete ¿Y Mag Lari es sólo intérprete o también compone?
ML: Yo sólo interpreto. Me gusta darle la vuelta a juegos que existen. Y eso me lleva mucho tiempo porque trabajo mucho la presentación, para que sea diferente. Nunca me ha llamado la atención cambiar la técnica. Quizás porque soy más actor que mago. H.: La magia de escena es la que más precisa trabajar la presentación de los números para conseguir llegar hasta el público.
“Copperfield es el paradigma del mago. Todos siguen su estela y todos le admiramos. Es el mago completo. El único que se ha atrevido a romper con su estilo es Criss Angel...”