Disfrutar la cultura por anticipado
“Toda vida es como una catedral. Es preciso soñarla antes de vivirla, soñarla para vivirla. Incluso si uno no tiene tiempo de terminarla en vida, siempre se acaba por vivir construyéndola: vivir proporciona vida”. Son las palabras con que Jacques Attali concluye su estimulante, último ensayo,
¿Es posible prever el futuro?, que publica Libros de Vanguardia.
Si nuestra existencia es, en buena medida, un proyecto, en nuestras manos está fijar su concreción anual. Las programaciones culturales constituyen un buen instrumento al respecto. Nos permiten paladear por anticipado los libros que compraremos, las exposiciones que visitaremos, las películas que veremos.
Agrupar y sintetizar un caudal de información sobre lo que ofrecerá el nuevo año es el objetivo de este suplemento. Les animamos, por ejemplo, a que vayan preparando su reencuentro con Francis Scott Fitzgerald, en ese conjunto de cuentos sobre “empresarios atrapados en un psiquiátrico por error, guionistas reconvertidos en vagabundos, torpes herederas a las que resulta imposible encontrar marido”..., que el autor de El gran Gatbsy aparcó y recupera Anagrama. A imaginar qué ha escrito Fernando Aramburu tras el éxito de Patria, o como afronta su segunda novela policiaca Carme Riera.
El 2018 ampara el bicentenario del Museo del Prado y la exposición Brueghel el Viejo en Viena, un
must para sus devotos, entre los que me incluyo. Tendremos a Jaume Plensa en Madrid y Barcelona, en ambos casos con muestras menores y no con la gran retrospectiva que se merece una de nuestras figuras más internacionales (y los amantes del arte). Que no se aproveche la ocasión para celebrarla resulta sintomático de algunas serias insuficiencias de nuestro sistema artístico.
El 2017 fue el año en que se denunciaron en bloque los abusos de Harvey Weinstein y otros hombres prepotentes en el mundo del cine. A Kevin Spacey sus errores le han costado el papel de Getty en la última película de Ridley Scott. La veremos pronto y nos recordará que la justicia, aunque tarde, aunque con dificultades que pueden ser ímprobas, al final suele imponerse.