La lección viva del Nexus Instituut
Las conferencias del Nexus Instituut, situado en Tilburg, en los Países Bajos, se han convertido en todo un referente. Las aulas de la institución presidida desde 1994 por Rob Riemen han acogido, entre muchos otros, a Roberto Calasso, J.M. Coetzee o Mario Vargas Llosa. La idea nace, en realidad, de una revista que crea con el mismo nombre en 1991, y que pretende reivindicar el legado del humanismo europeo.
Todo comienza cuando Riemen conoce al editor Johan Polak, superviviente de la Segunda Guerra Mundial, quien luego se dedicaría a reivindicar y conservar todo lo que Hitler había querido destruir. “Se convirtió en un amigo y en un maestro. Me mostró lo que podía hacer con mi vida: continuar esa tradición del humanismo, sus valores espirituales y universales”, nos cuenta el ensayista.
No es el único referente que le ayuda a dar el paso. En La universitat de la vida (libro publicado en catalán por Arcàdia en el que Riemen conversa con diecinueve personalidades del mundo de la cultura y de la ciencia), el autor explica cómo su madre, sin una formación oficial, nunca perdió la curiosidad y las ganas de aprender. ¿Qué importancia tienen la experiencia y la intuición en las humanidades? ¿El mundo académico ya no enseña a amar la vida?
“Nietzsche predijo hace ciento cincuenta años que las universidades ya no serían una escuela de civilización, sino organizaciones que enseñan a ganar dinero”, nos comenta el pensador. “El propósito original de la universidad, sin embargo, era proporcionar una educación liberal, ayudándonos a convertirnos en seres humanos pensantes que tengan el coraje de ver la vida como una búsqueda de significado”, argumenta.
“El Nexus Instituut se ha convertido en un lugar donde, en el contexto de una conversación pública, nos hacemos esas preguntas”, explica. Riemen, además, nos anuncia que está intentando crear una institución con el mismo espíritu en Ámsterdam. Un lugar en el que, según sus propias palabras, se pueda educar siguiendo la tradición de la Academia de Platón.