La noche en que Kennedy (Ted) perdió la presidencia
Hay historias del mundo de la cultura tan intensas y singulares que han sido recreadas en formatos muy distintos. Cada semana proponemos recuperar una de ellas en este verano 2018.
El 18 de julio de 1969, el senador Ted Kennedy, de entonces 37 años, dio una fiesta en la isla de Chappaquiddick, accesible en ferry desde la bucólica Martha’s Vineyard. Allí estaban varios amigos de infancia y colaboradores del senador y las autodenominadas Boiler Room Girls, un grupo de seis mujeres menores de 30 años que habían trabajado como voluntarias en las campañas de su hermano Robert. Sobre las once de la noche, Kennedy se fue de la fiesta con una de las mujeres, la secretaria Mary Jo Kopechne, de 28 años. Aunque su chófer andaba por la fiesta, condujo él. Al llegar al puente de Chappaquiddick, el coche se salió de la calzada y cayó en el pantano de Poucha. Él consiguió escapar del vehículo y nadar hasta salvarse; Kopechne murió (no está claro cómo, porque no se hizo autopsia) y su acompañante no denunció el accidente a la policía hasta once horas más tarde y después de haber hecho varias llamadas a sus asesores. En un juicio rápido celebrado siete días más tarde, el senador se declaró culpable de omisión de socorro y fue sentenciado a dos meses de prisión que no debía cumplir. Ganó las siguientes siete elecciones como senador –cargo que ejerció hasta su muerte en 2009– pero se cree que el escándalo le costó sus dos intentos de ser presidente. Se dice que a Kennedy le gustaba contar en las reuniones los chistes que se hicieron durante años sobre el episodio.
La película. En septiembre se estrenará
El escándalo Ted Kennedy, de John Curran, con Jason Clarke en el papel del senador, Kate Mara como Kopechne y Bruce Dern haciendo del legendario bastardo –podemos estar de acuerdo en que hasta él aprobaría el epíteto– Joseph Kennedy, el patriarca que se quedó esa noche sin la posibilidad de ver a otro de sus hijos presidente. Los círculos trumpianos han celebrado la película porque vuelve a echar barro sobre la leyenda de los Kennedy, y más cuando el filme opta por una teoría que sostienen algunos de los implicados e
investigadores: que Kopechne aun estaba viva cuando Teddy salió del coche y murió ahogada unas horas después.
El libro. Cuando Joyce Carol Oates publicó Agua negra en 1992, se cansó de decir que, de verdad, aquello no iba de Chappaquiddick. Por supuesto, nadie la creyó. En la novela, un senador mujeriego que conducía borracho deja a su acompañante hundirse en un pantano, atrapada en su coche. Oates encontró así la manera de reivindicar a la víctima, de la que nunca se habla, y de contar “la experiencia arquetípica de una mujer joven que confía en un hombre mayor que ella y ve cómo él viola esa confianza”.
El podcast. A finales de mayo se estrenó Cover-Up, una serie semanal de siete capítulos que examina todo lo ocurrido esa noche de verano en la isla de Massachusetts. Hablan decenas de testigos, incluida la única familiar viva de Mary Jo, su prima. El año que viene se cumplirán 50 años del incidente y lo más sorprendente sigue siendo el precio tan bajo que pagó el ocho veces senador por lo que sea que hizo, o no hizo.
Lo más sorprendente sigue siendo el precio tan bajo que pagó el senador por lo que sea que hizo, o no hizo