El escaparate de Terrassa
El festival TNT, una escena que arriesga
TNT Más allá de los grandes escenarios, las artes escénicas siguen su evolución a través la experimentación que llevan adelante algunos artistas y pequeñas compañías. El festival de Terrassa es uno de sus escaparates
Van rápido. Muy rápido. Y cambian. Y evolucionan. Son las llamadas nuevas tendencias escénicas, nuevas maneras de explicar historias que van un paso por delante de lo que se acostumbra a ver en los escenarios comerciales, un tipo de teatro que busca y experimenta, que arriesga y que investiga. Y no: no es raro. Y sí: se entiende y es apto para todos los públicos.
Terrassa, desde hace ya once años, les dedica un festival, el TNT –las mismas siglas que el trinitrotolueno y de contenido casi tan explosivo–, que en esta nueva edición reunirá una treintena de propuestas después de subir el telón con Cold
Blood, un espectáculo de dedos que firman los belgas Jaco Van Dormael y Michèle Anne De Mey. Sí: han leído bien, de dedos: dedos convertidos en actores y filmados para ser proyectados en una pantalla gigante y así poder seguir sus aventuras.
Dedos, pero también robots y pulgas, un gabinete de curiosidades sobre la Alicia de Carroll o una ruta por los grafitis que adornan las paredes de las calles de la ciudad… El abanico de formas de las nuevas tendencias presentes en Terrassa es amplio, tanto como el de temáticas. “Cambian como cambia el mundo. Son vanguardia, evolucionan, pero eso no quiere decir que sean minoritarias”, explica Pep Pla, director del certamen, convencido de que Terrassa tiene que ser vivero y altavoz para los creadores más jóvenes e inquietos. Sin renunciar a exhibir
Kingdom, la última producción de Agrupación Señor Serrano (que se pudo ver en el Grec y que rubrica una compañía premiada en la Bienal de Venecia), y a coproducir El
bosque (instalación-performance abierta durante todo el festival y habitada por ni-nis, jóvenes que ni estudian ni trabajan, que firman dos nombres con prestigio y trayectoria: Pablo Gisbert –la mitad de El Conde de Torrefiel– y Juan Navarro –cómplice habitual de Rodrigo García–), Pep Pla destaca la apuesta del TNT por los nuevos valores aún poco conocidos a través de su política de coproducciones: de ahí el apoyo a los estrenos de las nuevas apuestas de El Pollo Campero, comidas para llevar, David Espinosa y Sílvia Ferrando con José y sus Hermanas (ver piezas abajo). A estos tres se suma Tierras del Sud, de los navarros Txalo Toloza-Fernández y Laida Azkona Goñi, un espectáculo sobre el neocolonialismo que explora el origen de la riqueza de la familia Benetton; El candidato , de Marc Villanueva Mir que, en formato de juego de rol y para un grupo reducido de espectadores, explora las reglas y usos de la política; A nation
En el TNT el abanico de formas de las nuevas tendencias presentes es amplio, tanto como el de temáticas El festival apuesta sobre todo por valores poco conocidos que apoya a través de las coproducciones
is born in Me, una reflexión sobre género e identidad de Soren Evinson; y Una pequeña parte de este
mundo, un laboratorio de creación de La Señorita Blanco con mujeres del barrio de La Marina de Terrassa.
La otra gran apuesta del TNT es acercar hasta los escenarios catalanes propuestas llegadas de fuera que no los visitan con frecuencia: así al espectáculo inaugural se suman el Circo de Pulgas, de los gallegos Matarile Teatro, y Correo, una investigación sobre las misivas escritas con papel y tinta que está dirigido por Paula Aros Gho. También se estrenan en el TNT No future Yes, de David Fernández y Maureen López (de la compañía berlinesa Sasha Waltz), sobre las identidades digitales; y la reflexión sobre el porno de Marina Rodríguez, Porn is On.
Y, por si los territorios tradicio- nales del TNT no fueran suficientemente extensos, el festival también ha decidido abrirse a partir de esta edición a las nuevas músicas y programará las actuaciones de Rodrigo Cuevas –música tradicional asturiana con bases electrónicas–; Nuu ¬el dúo electrónico de Aida Oset y Guillem Llotje–; y Za!, con Pachinko
Plex, además del ciclo de pequeño formato Mutacions. “Si las artes cada vez son más híbridas, tiene su lógica que el TNT se acerque a las artes plásticas y musicales”, apunta Pep Pla que, en un intento de crear nuevos públicos, ha trazado también itinerarios específicamente dedicados para niños y adolescentes.