La reina que creyó en un museo de arte
No es de extrañar que este retrato de María Isabel de Braganza (1797-1818) la presente como “fundadora del Museo del Prado”, y como tal la muestre señalando el edificio Villanueva. El papel de esta reina culta y formada pero de vida desgraciadamente muy breve fue destacado en la historia del Prado, como puso de relieve Pedro de Madrazo, historiógrafo, miembro de la estirpe de pintores e hijo de José de Madrazo, que fue director del museo. Pedro de Madrazo, en el catálogo del Real Museo de Pintura y Escultura que realizó en 1854, señala que fue la reina quien “sugirió la idea [al rey], por escitacion [sic] de algunos personajes aficionados a las nobles artes, y el Rey la acogió con verdadero entusiasmo”.
El rey era Fernando VII y la idea fue convertir el edificio de Juan de Villanueva, destinado a albergar un gabi-