Caso muy abierto
El semanario El Caso informó durante 35 años de una cosecha roja de sucesos, cuanto más sangrientos, mejor. Es verdad que era truculento, pero su aparición en un año tan gris como 1952 marcó un cambio. En un país metido en el puño de la dictadura, donde toda la información de los periódicos salía de los boletines de la Dirección General de Seguridad que trataban de maquillar los años de autarquía y cartillas de racionamiento, abrió una brecha para contar la España real con una crudeza que ningún otro medio se atrevía a hacer. Una de las tendencias editoriales del año va a ser la llegada con fuerza de libros de crímenes auténticos (eso que los americanos, que tienen la fábrica universal de etiquetas, denominan true crime). El Caso hubiera dedicado la portada y grandes titulares al asesinato del agente de la guardia urbana hallado en el maletero de un coche calcinado junto al pantano de Foix y la detención de su novia y del presunto amante, también urbanos. El periodista Toni Muñoz, que siguió el caso de cerca, lo contará al detalle en Solo tú me tendrás, que publicará Península en febrero.
Quien ha levantado la liebre editorial del true crime en España ha sido la colección negra de RBA, que acaba de publicar El asesino sin rostro de Michelle McNamara. Afirma la autora en el libro que “la sección de casos sin resolver de un almacén de pruebas está impregnada de decepción”. McNamara no estaba dispuesta a rendirse y que ese violador y asesino Portada de‘El viejo y la pistola’
despiadado fuera otro más de esos expedientes pendientes. En febrero publican Sombras de Reikiavik de Anthony Adeane en torno al descon- cierto de la policía islandesa, que no lleva ni armas, a la hora de enfrentarse a un difícil caso de asesinato. En junio llegará People who eat darkness de
Richard Lloyd Parry, sobre la desaparición de una azafata de British Airways en Tokio.
Pero los crímenes no vienen solos. Literatura Random House ha fichado a uno de los grandes del true crime, el escritor y periodista de The New Yorker David Grann. Publican dos títulos suyos. Los asesinos de la luna pone el dedo en una de las llagas más supurantes de la historia de Estados Unidos: los asesinatos en serie en la comunidad india de los Osage en Oklahoma en los años 1920. Martin Scorsese llevará al cine la historia con Leonar
do DiCaprio. Grann nos muestra otros pozos negros en los relatos de crímenes reales reunidos en El viejo y la pistola. El relato que da título al libro también irá al cine, con el rostro curtido de Robert Redford.