En Herder saben latín
El premio Atlàntida que ha concedido en su última edición l’Associació d’Editors de Catalunya a la editorial Herder por sus 75 años de actividad en Barcelona activa en mi memoria el recuerdo de una reliquia que me ha acompañado a lo largo de la vida, sobreviviendo a mudanzas e incendios: la Enciclopedia Universal Herder, un tomo del tamaño y color de un ladrillo doble que fue mi internet durante muchos años. Aquella enciclopedia juvenil me conectaba al pasado, al presente, a lugares remotos del planeta... Hace unos días, con ese afán por hacer sitio a lo nuevo tan cruel y tan humano, la puse en el montón de los libros que desechar y la llevé al contenedor, pero tanta aprensión me dio echarla dentro que la dejé apoyada encima con otra docena de libros.
Me voy a ver cómo es la Herder del siglo XXI, ubicada en uno de los rincones más germánicos de Barcelona: en el mismo edificio están el Instituto Goethe en los bajos y la parroquia alemana Sant Albertus Magnus, donde tuve la fortuna de compartir una extraordinaria conversación sobre libros con la misionera y escritora Karoline Mayer. Herder se funda a final del XVIII en Friburgo… ¡Impone una editorial que empezó publicando en latín! Editan a uno de los ensayistas más interesantes del momento, el filósofo coreano Byung-Chul Han, que en La expulsión de lo distinto nos advierte de manera vehemente contra la dictadura de lo igual. Vemos catorce temporadas de la misma serie e inmediatamente Netflix o Amazon nos dicen qué otras series nos van a gustar para que no nos salgamos del carril. Muy recomendable.
Me recibe Raymund Herder (una hermana y un hermano dirigen las casas editoriales en Alemania y Estados Unidos). La editorial es referente en obras especializadas de psicología y filosofía, con una colección emblemática de pensamiento dirigida por el filósofo Manuel Cruz. Le pregunto si es un gran negocio publicar psicología y filosofía: “Se ha reducido el mercado universitario, en parte por las fotocopias o las malas praxis de profesores que llegan a clase con un pen drive con los libros descargados para sus alumnos. Durante 10 años el presupuesto de las bibliotecas para adquisiciones ha sido nulo. No es un gran negocio, pero no nos va mal”.
Le pregunto por la tentación de la autoayuda: “No nos ha funcionado bien hacer experimentos. Probamos a hacer una colección en esa línea, pero en las librerías nos los ponían igualmente en la sección de psicología. Lo dejamos estar. Lo que hemos de hacer es ser congruentes con nuestro catálogo. Eso no quiere decir que no innoves: tenemos una colección de clásicos en formato manga. También hemos abierto un portal de filosofía en internet para difundir autores propios y ajenos: Filosofia Co”.
Nos observan desde un estante los retratos de tres de los representantes de la estirpe Herder, entre ellos el fundador de la editorial y el tatarabuelo de Raymund. Le pregunto si esos insignes antepasados editores lo vigilan para que no se desvíe de las esencias: “En realidad, no hemos cambiado de política desde entonces. Seguimos una idea que arranca en el siglo XVIII con la Ilustración: llevar la formación y la educación a todas las clases sociales. La diferencia es que el editor siglo XXI ha de estar en contacto con los lectores. No venderles libros, eso lo hacen muy bien los libreros, sino incentivarlos para que vayan a la librería”. Le digo que generalmente ningún niño quiere ser de mayor editor, pero con dos siglos de antepasados editores, en su caso tal vez sí… “¡En absoluto! Yo quería ser poeta”.
Al regresar de vuelta a casa, de la pila de libros dejados sobre el contenedor del papel, alguien se ha llevado la Enciclopedia Universal Herder . La historiadelasombrocontinúa. Raymund Herder Ilustración de Toni Borrell para el número 71 de ‘Vanguardia Dossier’ Vanguardia Dossier NÚMERO 71. ENEROMARZO 2019. 6 EUROS