El otro yo de Mary Shelley
Biografía Fiona Sampson reivindica ‘Frankenstein’
CONCHA GARCÍA
En el bicentenario de la publicación de Frankenstein o el moderno Prometeo se edita, traducida al castellano, una biografía de su autora, Mary Shelley, escrita por la poeta británica Fiona Sampson (Londres, 1963). Su objetivo es acercarla al público contemporáneo. Escrita en tiempo presente, las escenas retrospectivas proporcionan el itinerario vital salpicado de conjeturas psicológicas cuando todavía no había aparecido en escena Sigmund Freud. Los diarios y las cartas de Mary Shelley (1797) proporcionan el material para seguir este engarce biográfico y comprender varias cuestiones relacionadas con su vida. Por ejemplo, que su madre, la feminista y controvertida escritora Mary Wollstonecraft, autora de Una reivindicación de los derechos de las mujeres, murió cuando ella tenía 11 días. En aquellos tiempos muchas mujeres morían después del parto con dolores terribles, y “los dedos sucios de un médico infectaron fatalmente a su madre”.
Las malas relaciones con su madrastra –los viudos no esperaban demasiado a tener otra esposa– seguramente facilitaron la huida del hogar paterno, el filósofo radical y editor William Godwin. Las reuniones en su librería eran frecuentadas por escritores como S.T. Coleridge. A la niña Mary le impresionó su poema Balada del viejo marinero, citado varias veces en el texto de Frankenstein. Allí conodonados ció también a Percy Shelley, devoto seguidor de las ideas de su padre. Percy era un aristócrata y heredero de una fortuna que su padre, en desacuerdo con la vida que llevaba, administraba con cuentagotas. A los 16 años se fugó Mary con el poeta cinco años mayor que ella, dejando aban- Robert de Niro protagonizó la película ‘Frankenstein de Mary Shelley’, dirigida en 1994 por Kenneth Branagh a su primera mujer e hijo.
Fiona Sampson recorre, de pasada, varios episodios de la vida de Mary Shelley, focalizando siempre en la reivindicación de esta escritora inmensa en un mundo de hombres, autora de más de 14 libros, y que durante años pasó desapercibida para el canon. El periplo vital de la pareja, que comenzará en la propia Inglaterra, seguirá en Francia, Suiza e Italia, se completa con cambios de domicilio, crisis financieras y suicidios.
Su obra más importante, Frankenstein, escrita cuando contaba 18 años, fue editada bajo seudónimo. A veces el azar determina el germen de obras que sin las circunstancias que hicieron posible su creación quizás jamás se hubieran escrito. La erupción en 1815 del volcán Tambora llenó las capas de la atmósfera de ceniza en todo el mundo, creando un invierno volcánico que hizo surgir pandemias. Ese clima favorecerá el encierro en Villa Diodati, a orillas del lago Lemán de Ginebra, de un grupo muy selecto compuesto por Percy Shelley, John Polidori, Lord Byron y Mary Shelley. Pasaron una velada donde no faltó el alcohol ni el opio. Se les ocurrió escribir un cuento de terror que daría lugar al nacimiento de Frankenstein.
La biógrafa continúa abriendo cortinajes del inconsciente donde asegura que la criatura monstruosa es una lente a través de la cual nos asomamos al yo encarnado de Mary. Podemos imaginarlo, su cuerpo lacerado por los cuatro hijos que tuvo –tres perdieron la vida–, así como algunos abortos, el recuerdo de su brazo enfermo de psoriasis cuando era una ni-
Percy Shelley murió a los 30 años ahogado, su corazón fue exhumado y Mary lo guardó envuelto en seda