Parejas cómicas: origen y evolución
El origen de las parejas cómicas se remonta a la comedia de la antigua Roma y la commedia dell’arte italiana, tiene continuación en el vodevil y los clowns circenses y llega hasta el cine y la televisión. El esquema básico se repite, con leves variaciones: el contraste entre dos personalidades –el listo y el tonto, el hábil y el torpe, el bonachón y el malicioso– que interactúan y chocan, muchas veces con resultados inversos a los esperados.
En el cine Laurel y Hardy fueron pioneros y la lista de grandes parejas cómicas incluye a Abbott y Costello, a Bob Hope y Bing Crosby y a Jerry Lewis y Dean Martin entre los dúos clásicos que triunfan en las décadas de los cuarenta y cincuenta con la fórmula del galán juicioso y el gracioso torpón, feúcho o miedoso. En este periodo se dan también, sobre todo en la recién nacida televisión, las parejas cómicas mixtas que dan rienda suelta a las tensiones matrimoniales, y entre ellas destacan dos auténticos matrimonios con show propio: George Burns y Gracie Allen, que procedían del vodevil, y Lucille Ball y Desi Arnaz, protagonistas de la primera gran sitcom televisiva, I love Lucy.
En décadas posteriores destaca sobre todo el imbatible dúo formado por Jack Lemmon y Walter Matthau, y más tarde surgirán la pareja interracial Gene Wilder y Richard Pryor, y los Blues Brothers (Dan Aykroyd y John Belushi). Ha habido también parejas políticamente incorrectas (Amos y Andy, dos personajes negros repletos de tópicos interpretados por actores blancos tiznados, siguiendo la tradición de los infames minstrel shows, hasta que en los cincuenta pasaron a ser interpretados por actores negros en una serie televisiva), hippies y colgadas (Cheech y Chong en sus comedias setenteras envueltas en humo de marihuana), indies (Jay y Silent Bob, interpretados por Jason Mewes y Kevin Smith) y hasta de dibujos animados (Tom y Jerry, Coyote y Correcaminos, Piolín y Silvestre…).
En Francia formaron dúo en tres películas Pierre Richard y Gérard Depardieu; en Italia triunfaron en los cines de barrio Ciccio Ingrassia y Franco Franchi con un humor primario y Terence Hill y Bud Spencer repartiendo tortas. Nuestra contribución patria aporta algún hito de humor surrealista –Tip y Coll y después Faemino y Cansado– y a los reyes de la caspa y el destape Esteso y Pajares, estrellas de las comedias de Mariano Ozores, que tienen el nada despreciable mérito de ser una suerte de contracrónica sociológica de la España de la transición. M.B. The music box (1932), un corto en el que tienen que subir por una larguísima escalera de Los Ángeles un piano que siempre acaba volviendo abajo.
En los cortos mudos que rodaron dirigidosporLeoMcCarey,eldúofue perfilando el vestuario y los gestos icónicos que los identificaban: Hardy con un traje que le iba pequeño y Laurel con uno que le iba grande, ambos con bombín; Hardy con una característica (y muy novedosa) mirada a la cámara cuando sufría los desastres creados por Laurel, y el peculiar gesto de juguetear con la corbata; mientras que Laurel se tocaba la cabeza como un mono y bordaba el imbatible recurso cómico de reaccionar de un modo retardado ante lo que sucede. Juntos rodaron, entre cortos y largos, 106 películas. Fuera de la pantalla, el motor creativo era Stan Laurel, creador
‘Stan & Ollie’ explora con tono de tragicomedia las tensiones y rencillas entre ambos
de todos sus gags y de muchos de sus guiones.
Stan & Ollie explora con tono de tragicomedia las tensiones y rencillas entre ambos, que en efecto las hubo. Pero su amistad fuera de la pantalla –en muchas películas aparecen durmiendo en la misma cama– perduró hasta el final. Lo atestigua la última foto juntos, tomada en 1956, un año antes de la muerte de Hardy, en la que este, casi irreconocible tras perder más de cincuenta kilos por sus problemas de salud y prescripciones médicas,posasonrientejuntoaLaurel.