Manifiestos surrealistas
Nadie pide a los novelistas que expliquen su último libro con un lienzo al óleo. Entonces, ¿por qué se empeñan los artistas plásticos en escribir sus propios textos, en lugar de encargárselos a alguien que lo pueda hacer mejor? La escritora beirutí Lina Mounzer se gana la vida traduciéndolos y los describe así en un divertido y exasperado ensayo en The Paris Review: “Se dan aires, usan palabras que no saben del todo lo que significan, hacen un name-dropping incesante y tratan de convencerte en cada frase de que si no comprendes lo que dicen es culpa tuya, no suya (…) En una ocasión traduje 30 páginas de un manifiesto de artista y seguía sin saber no sólo qué aspecto tenía sino en qué consistía. ¿Era vídeo? ¿Una instalación? ¿Performance tipo Fluxus? Resultó ser una escultura de objetos encontrados”.