Un internado en Cornualles
De todas las series de la hiperprolífica Enid Blyton, Torres de Malory, un sexteto de novelas juveniles situadas en un internado de chicas que la autora escribió entre 1946 y 1951, es quizá la que mejor ha envejecido. No tienen las salidas racistas y clasistas de Los Cinco, por ejemplo, y ensayan algo parecido a la sororidad en tiempos de Clement Atlee. Quizá por eso, los títulos protagonizados por Darrell Rivers están viviendo cierto revival. Serán la base de un nuevo musical en Bristol y en el Reino Unido se publica un libro escrito por cuatro autoras distintas que recuperan los personajes –que como siempre en Blyton funcionaban con estereotipos graníticos, muy útiles para leer y escribir series: la presumida Gwendoline, la traviesa Alicia…– y añaden otros nuevos que nunca hubieran tenido cabida en el universo de la autora. Niñas negras, indias y, oh, cielos, de clase trabajadora. En España, la editorial RBA publica desde hace algunos años con bastante éxito las antiguas Malorys, pero con ilustraciones actuales.