Retrato de una generación
Novela Douglas Kennedy combina la vida de una familia y los sucesos políticos para explicar la configuración actual de la sociedad estadounidense
INÉS MACPHERSON
Todos tenemos secretos. Todos escondemos algo. La familia, ese bastiónintocableyveneradoporlasociedad americana y muchas otras sociedades, también guarda secretos y mentiras que, a menudo, atan más que las verdades sinceras. La sinfonía del azar, de Douglas Kennedy (Nueva York, 1955), parte de esta idea para construir la historia de la familia Burns. Todo empieza con un secreto, uno que sabemos que existe desde el principio pero que no se desvela hasta el final. Como premisa podría parecer sencilla, un señuelo para llamar nuestra atención, pero Kennedy hace tiempo que ha demostrado que sabe aunar la pequeña historia con la Historia en mayúsculas. Por eso, desde la red de relaciones más sencilla que representalafamiliavamosexplorando las relaciones sociales y políticas, la construcción ideológica de los intereses que mueven los actos de las personasyquesonunreflejodelasociedad.
Con más de doce novelas en las que ha demostrado su oficio, y muchos años trabajando con la palabra, este escritor estadounidense, europeo de adopción, construye una obra sólida que intenta explicar las diferentes maneras en que los acontecimientos nos tocan, nos marcan y definen nuestros caminos. Y para ello nos invita a visitar distintos lugares, tanto en el tiempo como en el espacio, para remarcar la red que nos une a pesar de las distancias. Viajero como es, sus personajes también deambulan por el mundo, a nivel simbólico y a nivel físico, para ofrecernos el retrato de una generación, la suya, y para intentar exponer las posibles razones que han hecho que Estados Unidos sea el país que es hoy. Y es que, como intuimos por el pequeño prefacio que encontramos al empezar el libro, esta es probablemente una de sus novelas más personales, pues algunos de los referentes que encontramos son propios. Algunos lugares y experiencias las vivió él y los ha volcado en Alice para que el trayecto nos resulte casi vivencial. Los conflictos, los golpes de El novelista estadounidense Douglas Kennedy fotografiado en París estado y los cambios políticos se entremezclan con la llegada a la edad adulta y con la certeza de que, a veces, es necesario arrancarse la venda de los ojos para contemplar quiénes somos a pequeña y gran escala.
La forma en que dibuja, en el reducido espacio de una familia, todas las maneras de ser que definen la ideología americana es acertada, porque nos permite observar todos los matices. Los hermanos Burns representan los aspectos conservadores y los republicanos, el rebelde y el que acata. Gracias a los lazos familiares y los acontecimientos Kennedy puede hablar del puritanismo, del maniqueísmo, del odio al diferente y de la necesidad de demostrar siempre algo; de los cambios políticos, del racismo, del sida... Pero lo más interesante es que, a pesar de las diferencias ideológicas, los hermanos Burns actúan movidos por ese espíritu americano que invita a aprovechar las oportunidades y a dejarse llevar por el deseo de triunfar y encajar. Al final, todos queremos que el grupo nos acepte y nos vea con buenos ojos. Y por eso atamos y desatamos secretos y mentiras, nos maquillamos o maquillamos al prójimo.
Al final, lo que busca Kennedy con esta novela es mostrar cómo se fue forjando una sociedad donde el dinero y el mercado son y siguen siendo la religión laica del país, e intentar explicar por qué ha acabado gobernando alguien como Trump. Quizás por eso en un momento del libro aparece retratado el actual presidente, para demostrarnos que el lugar en el que estamos se ha ido construyendo desdehacetiempo.
A pesar de sus diferencias, los Burns se mueven por el americano deseo de triunfar
Douglas Kennedy
La sinfonía del azar
ARPA EDITORES. TRADUCCIÓN DE ÀLEX GUÀRDIA.. 616 PÁGINAS. 22,90 EUROS