Teatro Kamikaze o el sueño de la amistad
Teatro Historia de un teatro de Madrid que lleva tres años defendiendo con éxito un proyecto artístico a pesar de las dificultades económicas
MONTSERRAT IGLESIAS
Los espectadores salen a la calle desde la sala cruzando sólo un par de metros, y se quedan allí afuera, charlando, riendo, comentando, con cierta pereza para alejarse de este edificio modernista, en el castizo barrio de Lavapiés, calle Embajadores. Lo mismo ocurre antes de empezar la función. Hay bullicio, expectación, buen rollo, cierta efervescencia, frente a la puerta del teatro Pavón, sede por el momento del proyecto Kamikaze. Los Kamikaze –Miguel del Arco, Aitor Tejada, Israel Elejalde y Jordi Buxó– se esfuerzan para que su teatro sea un espacio en el que te quieras quedar, y al que siempre desees volver.
Acaban de presentar su tercera temporada. El año pasado estaban convencidos de que sería la última. El elevado coste del alquiler hace muy difícil sostener un teatro enteramente privado, arriesgado, plural, comprometido con la libertad de creación, que se aleja de los moldes más comerciales y que en muy poco tiempo se ha convertido en casa de la dramaturgia más contemporánea, española y europea. Este compromiso les ha hecho merecedores del premio Nacional de Teatro, en el año 2017. Antes habían llegado otros muchos reconocimientos. La noche del premio Nacional compartieron la noticia en directo con el público de la sala. No fue difícil, los Kamikaze entran en la sala todas las noches de función para presentar la obra, para contar algo de la temporada, para recordar que se apaguen los móviles –por primera vez con eficacia–, y en definitiva, para que uno se sienta casi en familia.
Aunque la aventura de estar al frente de un teatro sea reciente, ellos vienen de lejos. Miguel del Arco y Aitor Tejada, por entonces actores y guionistas, fundan Producciones Kamikaze para producir y dirigir su primer corto. Reinvertían lo ganado en producir el siguiente, y así hasta que se lanzan a hacer teatro, Miguel cada vez más orientado a la dirección y Aitor a la producción. Eligieron el nombre Kamikaze no porque creyesen que se embarcaban en una empresa suicida, aunque han tenido sus momentos, sino por su acepción original: un viento divino que garantiza seguridad y permanencia.
Desde muy pronto también les acompañaIsraelElejalde,unactorde gran prestigio, que protagoniza varias de las producciones emblemáticas de Kamikaze. Ahí están Hamlet,o ‘ILUSIONES’
Un texto del joven dramaturgo ruso Iván Viripaev, dirigido por Miguel del Arco y estrenado esta temporada EL TEATRO Se instalaron en el edificio modernista del Teatro Pavón cuando este quedó vacío por el traslado de la Compañía Nacional de Teatro Clásico el Misántropo, o próximamente Ricardo III, en versión libre de Miguel del Arco, quien se ha convertido a su vez en uno de los dramaturgos y directores de escena más relevantes del panorama nacional. No es difícil para Miguel dirigirle. Se conocen a fondo, se anticipan el uno al otro, tienen una confianza plena en lo personal y en lo profesional, hasta el punto de oír a Israel en algún ensayo, con resignación: “Esto lo hago porque eres tú, pero por nadie más”.
El grupo se completa cuando aparece Jordi Buxó, como un complemento perfecto para la tarea de Aitor Tejada. Con ambos, la producción de los Kamikaze se convierte en una seña de identidad tan fuerte como la artística, aunque al final todos participan y colaboran en todo. “Este es de los nuestros”, parece ser que se dijeron tras conocer a Jordi, y el flechazo fue mutuo, porque Jordi se iba a tomar un año sabático, retirarse a un pequeño pueblo y la cosa se quedó por el camino.
Iniciaron su andadura con La función por hacer, de la que están ahora celebrando el décimo aniversario. Una libre adaptación de Pirandello que se convirtió en su momento en referente de una generación del off Madrid. Recorrieron las salas teatrales de entonces y a nadie le interesó ponerla en escena. Así que decidieron hacerla ellos con sus ahorros. Los actores tenían un contrato para los ensayos, pero no se les garantizaba que hubiese estreno. Sin embargo,
‘JAURÍA’ Dramaturgia de Jordi Casanovas a partir de la transcripción del juicio a ‘La Manada’; uno de los éxitos más recientes