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Atari
1972
Dos palas, una línea discontinua, marcador de puntuación y dos sonidos. Pong no necesitaba nada más para hipnotizar a cualquiera que se le pusiera delante. No fue el primer videojuego, pero suyo fue el mérito de dar el pistoletazo de salida a toda la industria del entretenimiento digital. Gracias a su éxito, la estadounidense Atari se convirtió en la factoría que lideraría los primeros años de este nuevo medio.
Nintendo,
1985
Los cielos azules de Super Mario Bros. pusieron fin a la edad de oro de los salones recreativos. Este superventas de Nintendo podía jugarse desde la comodidad del hogar y supuso un punto y aparte en cuanto al diseño de videojuegos. En apenas 32 KB, los genios creativos de Shigeru Miyamoto y Takasahi Tezuka ofrecieron una lección magistral sobre el arte de la diversión que, aún hoy, sigue fascinando.
Lucasfilm Games,
1990
Las aventuras gráficas eran el género estrella en los ordenadores a principios de los noventa y The Secret of Monkey Island fue el máximo responsable de catapultar su éxito. Ambientada en las profundidades del Caribe, esta comedia dirigida por Ron Gilbert ponía patas arriba toda la tradición de las novelas de piratas. Elevó el tono humorístico de los videojuegos y consiguió momentos tan irrepetibles como los duelos de insultos.
iD Software,
1993 Velocidad y violencia eran las señas de identidad de un título que no tan solo puso de moda los juegos de acción en primera persona sino que revolucionó la propia industria. Sus dos máximos responsables, John Romero y John Carmack, desafiaron las reglas del mercado al decidir autopublicar su juego sin pasar por ninguna gran editora. Su éxito descomunal hizo que todos quisieran imitarles.