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Mojang,
2009
Diez años atrás, cuando el programador sueco Markus Notch Persson subió a internet la primera versión de Minecraft, pocos hubiesen anticipado el éxito arrollador que este mundo formado por bloques de colores acabaría teniendo. Su combinación de exploración, búsqueda de recursos, supervivencia y creatividad ha trascendido su propia condición de juego para convertirse en un fenómeno de la cultura popular.
Naughty Dog,
2013
La historia de supervivencia de Joel y Ellie en medio de un mundo postapocalíptico es una de las experiencias más emocionalmente intensas que ha dado el décimo arte. Su lanzamiento supuso un hito para la narrativa del videojuego. El estudio californiano Naughty Dog maneja como ningún otro la llamada suspensión de la incredulidad, esa capacidad de cualquier obra de sumergir al lector –en este caso al jugador– en su ficción.
Thekla,
2016
Este enigmático rompecabezas supuso una nueva victoria dentro de la corriente del desarrollo independiente de videojuegos. Cuando un puzle se convierte en una obsesión dentro de la mente del jugador significa que funciona. Esto es, precisamente, lo que consiguió el programador Jonathan Blow con este título. Un juego profundamente reflexivo que consiguió el equilibrio perfecto entre forma y contenido.