Películas del oeste siglo XXI
El western declinó como género en los años 70 del pasado siglo, pero aunque a partir de entonces redujo hasta lo testimonial su presencia en los cines y había voces que anunciaban su definitiva defunción, nunca desapareció. Las dos últimas décadas del siglo XX produjeron tentativas de regresar al clasicismo con películas como
Silverado y las oscarizadas Bailando con lobos y Sin perdón, mientras que Jim Jarmusch lanzaba su revisitación posmoderna con Dead Man.
¿Qué ha dado de momento el western en el siglo XXI? Sin ánimo de ser exhaustivo, destaco algunos hitos notables: la serie de HBO Deadwood y películas como las de los Coen –Valor de ley (inteligente remake de un clásico de John Wayne) y La balada de Buster Scruggs–, de Tarantino con abundantes guiños al spaghetti western –Django desencadenado y Los odiosos ocho–, propuestas de hechura clásica como Appaloosa de Ed Harris, El perdón, Slow West o Deuda de honor, la lírica El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, la aportación española de Mateo Gil con Blackthorn, y las potentísimas El renacido de Iñárritu,
Los hermanos Sisters (basada en una espléndida novela de Patrick DeWitt) y Hostiles.
También cabe destacar el divertido pastiche de western y ciencia ficción que es Cowboys & aliens y el cóctel de western y gore caníbal de la estupenda Bone Tomahawk .Y si nos deslizamos hacia las rarezas, tres homenajes al spaghetti western: las tronadas delicias orientales Sukiyaki Western Django (con Tarantino como actor) y El bueno, el malo y el raro ,y 800 balas de Álex de la Iglesia, ambientada en la mítica Almería donde tantos spaghetti westerns se rodaron.
Y ya que hablamos de rodajes de westerns italianos en España, acabaremos mencionando tres suculentos documentales: Contra el tiempo, El bueno, la bomba y el malo Desenterrando Sad Hill. M.B.
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