Ficción climática de proximidad
Relatos Historias en escenarios apocalípticos
GABI MARTÍNEZ
Acampar en la azotea de cualquier rascacielos de un Benidorm inundado o pasar unas vacaciones virtuales para olvidar que vives en un confortable búnker rodeado de gente sometida a la más cruda intemperie son situaciones contenidas en Estío, volumen de once relatos de ficción firmados por sendos autores que, de la mano de la editorial Episkaia, se apuntan a esa tendencia internacional basada en recrear escenarios afectados por el cambio climático y denominada clifi (climate fiction).
Ecología, medioambiente o clima quizá sean conceptos demasiado abstractos para identificarnos a fondo con ellos, así que la ficción climática llega para introducirnos emocionalmente en el futuro de sequías, inundaciones, emigraciones masivas, abandono de miles de hectáreas y epidemias que, según bastantes pronósticos, se nos viene encima. Al menos, estos son algunos de los paisajes elegidos por los once de Episkaia, treintañeros la mayoría, cuatro hombres y siete mujeres unidos más que nada por un evidente pesimismo y el deseo de aportar un relato concienciador.
El heterogéneo volumen despega con Lunes, donde María Bonete presenta a la responsable de un antiguo hotel reciclado para otros usos después de que las mareas subieran y aparecieran nuevas criaturas, más bien monstruosas, que la gente ha empezado a asumir con indiferencia. La expresión de esa Un trineo avanza por el hielo derretido, con las patas de los perros sumergidas en el agua en el fiordo de Inglefield; un claro ejemplo de la crisis climática recreada en ‘Estío’
apatía es un triunfo de Bonete, porque plasma un sentimiento más inesperado que la desolación, la resignación o, por supuesto, el anhelo de supervivencia común a este tipo de relatos. Extiende la indiferencia vigente al momento postcatástrofe.
Por saturación –inundaciones, civilizaciones acuáticas– u omisión –sequías, eriales–, el agua es muy protagonista en estas historias con algunas detalladas descripciones de la realidad “inminente”: Alejandro Morellón adoptando la mirada de un Julio Llamazares futurista y Francisco Serrano añadiendo a la atmósfera buenas dosis de sexo y violencia.
Aroa Moreno opta por el flash lírico; Eva Cid por una suerte de road movie; Aixa de la Cruz compara el