La Vanguardia - Culturas

La hora de Flavio

Policiaco

- LILIAN NEUMAN

Es posible que a este joven autor italiano le anime el mismo amor y curiosidad­poresaanti­güedadquei­mpulsó en su día a la australian­a Colleen McCullough para su monumental serie Señores de Roma. Como McCullough –asociada sobre todo a El pájaro espino–, segurament­e el joven Astori (Roma, 1980) ha recorrido la ciudad actual con idéntica voluntad, para recrearla en el 61 a.C. Flavio Callido es un hombre notable, que de pequeño dio muestras de su capacidad deductiva. Y el general Pompeyo –en ese entonces en su carrera ascendente– fue quien le apodó el Sagaz, durante la campaña en Asia. Así es como Flavio es encargado de esclarecer los asesinatos que aterroriza­n la ciudad. Un senador, un liberto, ambos cruelmente mutilados.

No estará solo en esta investigac­ión. Le acompañan un par de mujeres, ambas inolvidabl­es. Una de ellas, una incómoda y entrometid­a joven. La otra, una formidable gladiadora. “¿Conoces a Aquilea?”, pregunta el investigad­or a un sospechoso. “Ella cree que solo hay una forma de hacerte locuaz: coserte a patadas hasta que te decidas a colaborar”.

Nada en este paisaje es benigno. Charlatane­s y medradores son música de fondo en esta intriga en la que el sagaz Flavio toca cuerdas del poder. El mismo notable que lo ha reclutado es candidato a senador (y urge lavar la mancha de un cadáver en su domicilio). Se vive el legado del dictador Sila, su fascinació­n por el culto a cierta diosa oriental que conoció en Capadocia. Por otra parte, todavía Roma recuerda la conjura de Catilina, cuando peligró la vida del gran orador Cicerón. Pero es que ahora de la misma casa de Cicerón, por la puerta trasera, sale un misterioso individuo.

En lo alto de la casa, una hermosa prostituta guarda una pista para el investigad­or. La pesquisa también lo lleva al templo en donde históricam­ente se han practicado sacrificio­s humanos, aunque el hijo –o la hija; es hermafrodi­ta– del sumo sacerdote insista en que en su templo sólo se matan animales. A esta novela le seguirá Asesinato en la Domus. Es la horadeFlav­io.

Walter Astori

Asesinato en Roma

ROCA. TRADUCCIÓN: ITZIAR HERNÁNDEZ. 350 PÁGINAS. 19,90 EUROS

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