Repensar la arquitectura
Hannah Collins La fotógrafa rescata la obra de Hassan Fathy en Egipto y crea una síntesis visual de etnografía, globalización y geopolítica
Carles Guerra, comisario de la muestra de Hannah Collins , sitúa la exposición en el marco de la línea programática de la Fundació Tàpies en el sentido de presentar episodios de la modernidad que se deslizan o sitúan en situaciones políticas adversas, es decir, en las que vivió y cultivó para su creación el propio Tàpies. Pero, dejando a un lado tales circunstancias, Guerra parte conceptualmente de una interesante reflexión entre vídeo, cine, fotografía y arquitectura que se constituye a partir del antecedente de Jean-Luc Godard y de la obra de Hannah Collins y Hassan Fathy.SiparaGodardelvídeorepiensa el cine, en Collins la fotografía, permite repensar la arquitectura. Este relato hace que la muestra se construya a través de las fotografías de carácter monumental y documental de Collins, de una historia de arquitectura local, la del arquitecto egipcio Hassan Fathy (1900-1989), en concreto, de su singular aportación al modernismo/ antimodernismo arquitectónico en el período comprendido entre los años 40 y 60 del pasado siglo.
Collins sigue fiel a su manera de entender la creación artística como una síntesis visual de etnografía, globalización y geopolítica. El trabajo de campo lo ha llevado a cabo en Egipto: en la orilla izquierda del Alto Nilo, en Tebas, en Nueva Gourna y Nueva Baris, cerca de Luxor, lugares en los que Fathy construyó proyectos de arquitectura popular o de carácter social que en la actualidad pueden considerarse fracasados o sencillamente abandonados. Este hecho sitúa la exposición de Collins en su constante interés por el otro como se manifestó en videoinstalaciones como las de La Mina (2001-2004), Parallel (2007) o Current History (2006). En todas ellas, la creadora buscó el diálogo intercultural de igualdad de sus protagonistas a partir de frágiles conexiones entre los individuos, los grupos sociales y los espacios de la memoria en los que se superponían distintos tiempos, fuesen reales o imaginarios.
En este caso en concreto, no hay que olvidar al respecto que el interés de Collins por la arquitectura de adobe, de bajo coste y de carácter popular Collins: ‘Escribiré una canción y la cantaré en un teatro rodeada por el aire de la noche’
nació en paralelo a través de sus largas estancias en Almería y del conocimiento de las teorías expuestas por Fathy en su libro Architecture for the Poor: An Experiment in Rural Egypt (2000). En el texto el arquitecto egipcio reflexiona sobre la arquitectura rural, la de los habitantes de las periferias, la arquitectura de materiales pobres totalmente alejada de la construcción canónica moderna, es decir, la derivada de la Unidad de Habitación de Le Corbusier y de la otros maestros del movimiento Internacional.
A partir de ahí, el viaje por de Collins a Egipcio era necesario para captar fotográficamente los proyectos arquitectónicos de Fathy abandonados a su suerte, sin ninguna base documental. En ellos Collins encontró su aliento creativo: en el proyecto de Nueva Gourna (1945-1947), cerca de Tebas en la orilla izquierda del Alto Nilo, quedó fascinada por lo que era una ciudad muerta, levantada con materiales pobres, al margen del aluminio y del hormigón, con una técnica nativa que el arquitecto aprendió en Nubia y que compartió en la década
de los 40 con los habitantes del lugar para lograr la que tenía que ser una aspiración comunitaria.
El trabajo y la operación de rescate de Collins se desarrolla en dos ámbitos. El icónico se concreta en centenares de fotografías fijas realizadas con una cámara digital que constituyen la base del documental ,de treinta minutos, de gran impacto visual, y la banda sonora que relaciona imagen, sonido y territorios, en colaboración con el compositor Duncan Bellamy, sonidos del propio lugar, sonidos liberados de la partitura musical y más cercanos al ruido ambiental que a la música convencional. En este sentido, comprendemos mejor el título de la muestra Escribiré una canción y la cantaré en un teatro rodeada por el aire de la noche, de evidentes connotaciones musicales, que utiliza Collins para reafirmar y dar sentido al carácterpoéticodesuproyecto.
Las construcciones, proyectos de carácter social o popular, se encuentran abandonadas
Hannah Collins. Escribiré una canción y la cantaré en un teatro rodeada por el aire de la noche COMISARIO: CARLES GUERRA. FUNDACIÓ TÀPIES. BARCELONA.WWW.FUNDACIOTAPIES.ORG.HASTAEL13DEOCTUBRE