Nosotras contamos
Desde que el libro de texto perdió fuelle en las librerías, septiembre se ha convertido en un mes muy deseado por las editoriales de narrativa para los lanzamientos más potentes. Estos días ya tenemos a Arturo Pérez-Reverte cabalgando sobre la figura del Cid, Stephen King manteniendo su trono de rey del susto, Luz Gabás como reina de corazones, Margaret Atwood aupada (más) por Netflix o Dolores Redondo (a partir del 1 de octubre), que nos va a mostrar a su inspectora Salazar antes de zambullirse en las nieblas del valle del Baztán. Octubre verá la nueva novela de Eduardo Mendoza, El negociado del yin y el yang, o la nueva novela del premio Nobel
Mario Vargas Llosa, Tiempos recios.
Pero si hubiera que señalar una tendencia que marca esta reentré literaria es la de los libros en torno al universo de la mujer. Ya habían logrado su espacio editorial en el último año y medio, con importantes ensayos teóricos sobre feminismo, pero ahora vemos un giro hacia crónicas y novelas de mujeres mucho más vivenciales.
Arrancamos septiembre con la voz valiente de Najat el Hachmi en Sempre han parlat per nosaltres/Siempre han hablado por nosotras (Ed. 62/Destino), donde nos habla de “el machismo concreto del que vengo y de qué manera se ha rearmado en formas que no lo parecen”. Otro libro que da que pensar es El vientre vacío de
Noemí López Trujillo (Capitán Swing), que trae en la cubierta un topo demoledor: “El relato de una generación precaria y sin hijos”.
Octubre traerá Rituales cotidianos de Mason Currey (Turner) con las encrucijadas de la vida cotidiana a las que tuvieron que enfrentarse artistas y científicas de primer nivel por el hecho de ser mujeres. Nina Simone, Louisa May Alcott, Dorothy Parker, Marlene Dietrich, Susan Sontag, Marie Curie o Patti Smith cuentan cómo, por muy artistas que fueran, debían hacerse cargo de la intendencia del hogar o buscar desesperadamente la conciliación familiar. Por ahí va también Vivian Gornick en Mirar-nos de cara (L’Altra Editorial), donde reflexiona con agudeza sobre feminismo, matrimonio i el difícil equilibrio entre intimidad y vida social.
Otro aullido en octubre será el de Luna Miguel en El coloquio de las perras (Capitán Swing). Puesto que el boom de la literatura latinoamericana fue monopolizado por hombres y eclipsó a valiosísimas escritoras, reivindica a Gabriela Mistral, Alejandra Pizarnik o María Emilia Cornejo.
Mucho tuvo que luchar en su propio país la escritora israelí Ronit Matalon. Además de mujer, era una judía proveniente de Egipto en un país dominado por los judíos europeos que miran por encima del hombro a los orientales. Editorial Minúscula publicará su obra más celebrada, Y la novia cerró la puerta, un irónico retrato de la sociedad israelí poniendo la lupa en su racismo y su machismo. Otra recuperación importante es la de Paola Masino en Alianza con su novela Nacimiento y muerte del ama de casa, “un libro maldito”, según su autora: fue censurado durante el fascismo, la imprenta fue bombardeada pero, mujer tenaz como era, lo reescribió de memoria.
También miradas de mujeres de la Catalunya profunda menos favorecida entre el siglo XIX y el XX nos ofrecerá La memoria de l’aigua, premio Prudenci Bertrana 2019, de Montse Barderi (Columna). En Edicions 62 vamos a poder leer por primera vez en catalán a Edna O’Brien: La noia nos introduce en un mundo aterrador para una mujer en pleno siglo XXI: la oscura secta islámica de Boko Haram. También vamos a asistir a la consolidación de la vasca Eider Rodríguez como una de las grandes contadoras de cuentos (publicarán Literatura RH y Periscopi) Un corazón demasiado grande/ Un cor massa gran, o al prometedor debut de Weike Wang con Química (Empúries), que nos ofrece el punto de vista de la mujer oriental delsigloXXI.Lamiradademujer,protagonistadelañoliterario. Najat el Hachmi