El resplandor de la luz del Grial
Los inéditos de Joseph Campbell sobre el gran mito europeo
ÁLVARO DE LA RICA
En el capítulo 2 de La historia del Grial se cuenta la relación del viaje de descubierta por Norteamérica de san Brandán y en concreto la llegada a la Tierra de Promisión en la que el santo y sus compañeros encontraron un paraíso con manzanos cargados perennemente de frutos. Campbell escribe: “La mención de las manzanas evoca tanto las Hespérides clásicas, las islas occidentales de las Manzanas Doradas,situadasmásalládelocéano que rodea la tierra, como el reposo duradero de la Avalon celta del rey Arturo. Está –añade– en todas partes y en ninguna, es el Paraíso Terrenal, ese lugar –o, más bien, esa condición de la experiencia– en la que el brillo trascendente de lo que está más allá de las formas se torna visible a través de las formas de todas las cosas y de su propio interior. No es una revelación para la que haya que esperar al fin de los tiempos”.
La historia de los viajes al oeste de Brandán antecede al ciclo artúrico y ofrece no sólo un número considerable de sus elementos de raíz céltica sino, más a fondo, señala las claves hermenéuticas con las que entender el simbolismo del Grial tomado en su conjunto. Y este no es otro, como se apunta en las palabras de la cita inicial, que la permanente búsqueda – es la auténtica queste– del misterio o secreto de la vida de los hombres, con todas sus inmensas riquezas y con su trágica condición.
La revelación y el arte poético consiste en el milagro de hacer visible lo invisible a través de las formas. El resplandor de una luz que nace de dentro de las cosas para, como las manzanas en las naturalezas muertas de Cézanne, apaciguarnos con su bella verdad. Lo que Campbell llama la Eternidad en el Tiempo, “el lugar en el que de hecho nos hallamos todos, aunque no lo sepamos”. Con este telón de fondo el autor recorre los hitos más destacados de la leyenda del Grial y del ciclo artúrico, deteniéndose principalmente en la figura del caballero Parzival, y analizándola a partir de la versión del poeta germano Wolfram von Eschenbach. Se trata sin duda del centro del libro (60 páginas espléndidas), sobre el que giran los demás textos, los necesarios contextos
No conozco a día de hoy mejor introducción al tema que este pequeño gran libro, una rara joya
y también el largo comentario de la leyenda de Tristán e Isolda que, relativamente independiente, tiene valor por sí mismo. Entre los contextos y adiciones destaca el apéndice A: se trata de la tesina de Campbell realizada en la Universidad de Columbia, de 1927 y hasta ahora inédita, Estudio sobre el golpe doloroso.