Impresión de realidad
SÒNIA HERNÁNDEZ
El taller de un artista atrae porque allí suceden cosas constantemente, incluso cuando no hay nadie. A través de los objetos podemos ser testigos del proceso creativo, como si en lo más insignificante no dejara de latir la vida. Esa huella es lo que parece buscar Manuel Franquelo (Málaga, 1953) con su poderoso escáner, Lucida. Primero espió como pintor a conciencia esos detalles a través de su propia mirada y su admirable técnica. Manuel Franquelo durante el proceso creativo Después aplicó sus conocimientos como ingeniero de telecomunicaciones para construir un aparato con el que registrar y reproducir con altísima definición cualquier obra de arte.
La serie de fotografías de gran formato Things in a Room, que ahora presenta en la Galería Marlborough de Barcelona, están realizadas con esta tecnología que él mismo desarrolló a través del proyecto empresarial Factum Art, que fundó en el 2001 con el inglés Adam Lowe. Cautivan por la impresión de realidad conseguida gracias a esas cámaras que se deslizan por unos rieles colocados a una altura determinada para captar por fragmentos todo cuanto sucede en la mesa, las paredes o el suelo de su estudio. No hay sombras ni perspectivas que provoquen sensación de profundidad. El lucernario del techo está cubierto con una cortina que se abre y se cierra automáticamente, siguiendo el movimiento del sol para asegurar que siempre Manuel Franquelo: ‘Things in a Room (Untitled #2)’, 2014 haya la misma luz en el espacio.
Franquelo asegura que no le gusta hablar de la tecnología ni la metodología que usa para hacer su trabajo, pero la estructura de los rieles y el trípode se ven reflejados en una bombilla reproducida a escala natural –como el resto de los objetos– en una de las obras. Porque las fotografías reproducen la realidad con la misma minuciosidad que lo hacían sus pinturas. A la vez, son capaces de reflejar y representar muchas cosas que no se ven. El conjunto de objetos conforma un retrato detallado del autor que no está presente: hay una caja llena de medicamentos que revelan algunos malestares físicos, lápices, libros, mecheros, billetes de metro, cintas de casete… No faltan la pátina del tiempo, ni elementos naturales que se han colado en la composición, como algunas hojas secas que recuerdan la Naturaleza,
Las cámaras se deslizan por rieles colocados a una altura determinada para captar todo cuanto sucede en el estudio
o incluso alguna araña minúscula. Franquelo es ecologista y defiende que todos los seres tienen el mismo derecho, igual que entre los objetos de su estudio no puede trazarse ninguna jerarquía. Todos los objetos han definido en algún momento u otro al artista, de la misma manera que parecen decir algo importante sobre quien acepta la invitación para participar de una suerte de acto contemplativoylosobservafascinado.
Manuel Franquelo
Cosas en una habitación: una etnografía de lo insignificante
GALERÍA MARLBOROUGH.BARCELONA. WWW.GALERIAMARLBOROUGH.COM. HASTA EL 9 DE NOVIEMBRE