La Vanguardia - Culturas

De la posguerra a Ciudadanos

Crónica El historiado­r del arte Francesc Fontbona debuta como narrador: sabe muchas cosas sobre Barcelona y las cuenta con elegancia e ironía

- JULIÀ GUILLAMON

Historiado­r del arte y director de la Unitat Gràfica de la Biblioteca de Catalunya hasta su jubilación, Francesc Fontbona (Barcelona, 1948) es un hombre charmant (tiene planta para ir por el mundo con una de esas gabardinas que gustan a Pàmies), irónico y, a veces, un poco gruñón. Son tres caracterís­ticas que confluyen en

La campana de vidre. Res comença, res acaba, su debut como escritor al margen de la crítica de arte. El libro tiene el interés del punto de vista. Explica la historia de una familia catalana, en un esquema que apenas se ha tratado. La madre se llama Soler Llinàs, “menestral arregladet­a”. El padre, Pabón de Aldana, es castellano,

hidalgo él, hace tres generacion­es que los Pabón viven en Barcelona y no se nota en nada. Esta gente también existe, dice Fontbona. Son los

otros otros catalanes.

El chico, Jenaro, Jeno, Jenito, nació después de la guerra. Fontbona reconstruy­e su historia desde la caída de Barcelona hasta la creación de Ciudadanos. Con episodios divertidos, porque Fontbona, que ha vivido

Francesc Fontbona un montón, sabe muchas cosas. Relacionad­as, por ejemplo, con la inauguraci­ón del monumento a José Antonio en la ahora avenida Josep Tarradella­s: arquitectó­nicamente moderno y políticame­nte extemporán­eo, que se inauguró en 1964. O del aterrizaje en Barcelona de los famosos Vieneses, aquella compañía de

varietés que creó un gran revuelo en el teatro y en los inicios de la tele. Cuando habla de la paradoja de ver a Conxita Badia y Frederic Mompou, quepensaba­nmásomenos­lomismo, una exiliada en Argentina y el otro firmando un manifiesto en favor de Franco. O cuando traza el retrato del tío culto y catalanist­a que, a mi entender, es el personaje más completo.

Fontbona tiene una manera de escribir que cuando escribe, opina: Mompou firma el manifiesto en el “moment àlgid de les malvestats àcrates”, Jenaro es un “autèntic producte de postguerra” nacido amb “la

cruzada enllestida”. El texto está plagado de este tipo de postillas, que dejan transparen­tar aquel personaje

charmant, displicent­e y un poco gruñón que decía hace un momento. Jeno es un chaval leído, melómano, le gusta el cine de la nouvelle vague yva aParísaver­películas.Laculturan­ole lleva a cambiar de opinión sobre las cosas. La campana de vidre tiene un gran pero: es muy poco novelístic­a. Todo está explicado como en un cuento, sin acción ni interacció­n. Si me preguntan qué es, no sabría qué decir: ¿crónica? ¿biografía? ¿la reconstruc­ción de una época? ¿el retratodeu­npersonaje?

Francesc Fontbona

La campana de vidre. Res comença, res acaba EDICIONS 62. 397 PÁGINAS.21 EUROS

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SERGEI ILNITSKY/EFE

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