Espacios para la aventura
E.H.
En general, los festivales de jazz europeos ofrecen poco espacio a la aventura. En muchos casos, cuando no programan a artistas que poco y nada tienen que ver con esa música, son vehículos alimenticios para músicos consagrados que casualmente están de gira por Europa. Por suerte, el jazz es una música tan indócil que siempre se cuelan números interesantes y audaces.
Con un reparto bastante equilibrado, el Barcelona Jazz Festival de este año trae muchos de estos conciertos. Entre ellos, destaca el del baterista Mark Guiliana (Sala Apolo, 5 de noviembre), colaborador de músicos como Brad Mehldau, David Bowie, Avishai Cohen y John Scofield, un proyecto al que se lo ha comparado con una improbable cruce entre Kraftwerk, Tom Club y el bebop y en el que, acompañado por dos teclistas y un bajista eléctrico, su batería es el único instrumento acústico.
En sus antípodas, otros como Dave Douglas y Uri Caine (Conservatori del Liceu, 29 de octubre), dos músicos cuya fama jamás les impidió explorar los arrabales musicales más diversos,
Tras tocar con Miles Davies, todos querían a Carter en su banda: su lista de colaboraciones es abrumadora
presentan su extraña propuesta improvisatoria a partir de la Sacred Harp ,la música coral de las antiguas iglesias protestantes estadounidenses. trumento, componer bandas sonoras, dar clínics y clases magistrales en todo el mundo y recibir toda clase de premios, entre ellos el de Comandante de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, en el 2014, unos cuantos Grammy, doctorados honorarios y apariciones rutinarias en las listas de los mejores contrabajistas de todos los tiempos.
Su sonido, gracias a esa característica vocal de su fraseo, es instantáneamente reconocible una vez que se lo ha escuchado, algo muy poco común en los contrabajistas. Para quien esto escribe, los tres títulos de su discografía como solista más característicos para captar su sonido son, en primer lugar, Alone Together, un maravilloso dúo con el guitarrista Jim Hall en 1972; Entre Amigos, con la cantante brasileña Rosa Passos; y, por último, Third Plane de 1977, con Tony Williams y Herbie Hancock. Además de su célebre versión del Concierto de Brandenburgo de Bach y de Meets Bach, Carter demostró su amor por la música clásica en el Classical Music Quartet, con Kenny Barron, Lewis Nash y Stefon Harris.
Su proyecto más reciente, la banda Foursight, acompañado de la excelente pianista Renee Rosnes, con Jimmy Greene al saxo tenor y Payton Crossley a la batería, lo traerá a Barcelona en el marco del
El baterista Mark Guiliana durante un concierto en Utrecht (Países Bajos) en el 2016 festival de jazz. Sorprendentemente, y para privilegio de los que puedan asistir, no será en el Palau, L’Auditori o el Liceu, si no en el Barts, un lugar más cercano, donde el jazz no se consagra, sino que vive.