Escritores y un perro
Esta es la historia de una escritora y profesora de escritura creativa que pierde a su amigo y consejero literario. Al duelo por el compañero muerto se suma que hereda su perro, un gran danés deprimido porque no entiende qué le ha pasado a su dueño. A partir de este argumento, Sigrid Nunez (Nueva York, 1951) nos ofrece reflexiones sobre la pérdida, los recuerdos, la amistad, la escritura y la vida urbana.
El conflicto central de la protagonista es que se enfrenta a la prohibición de tener animales en el edificio donde vive: ¿por ser leal al amigo muerto debe incluso perder la casa? Renunciar a un alquiler asequible en Nueva York no es poca cosa. Este dramalatentenoleimpidecontinuarcon su día a día. Sabe que es imposible ocultar una bestia tan grande como un gran danés, así es que confía en el destino y en la posible comprensión de los propietarios de su piso.
Poco a poco, nos vamos dando cuenta de que la cuestión fundamental de la novela es la imposibilidad de entendernos los unos a los otros. La protagonista sufre por la pasividad del perro y la impotencia de no poder hacer nada para liberarlo de la tristeza. Le exaspera que el animal sea incapaz de explicarse. Esta sensación no está tan lejos de lo que siente cuando en clase sus jóvenes alumnos de escritura son incapaces de seguir sus indicaciones. Cada vez le cuesta más tener paciencia con sus tonterías y por eso cada vez se siente más sola. El puritanismo de las nuevas hornadas –fruto de la era de lo políticamente correcto y de los extremos del movimiento Me Too– la mantienen en un aislamiento perpetuo. Ella ya no se siente de este mundo. Sus únicos interlocutores acaban siendo un perro que apenas se levanta del suelo, los escritores que la profesora lee y cita para intentar entender el mundo y sobre todo el amigo muerto, añorado, el amigo que la comprendía, el amigo que acumulaba esposas y amantes jovencitas y seguro que no habría encajado en este nuevo mundo.
Uno de los aciertos del libro, por la fuerza de su evocación, es que está escrito en segunda persona del singular. La narradora se está dirigiendo al ausente y esto le permite rememorar vivencias compartidas así como desgranar una cotidianidad nueva que tiene que aprender a digerir sin el amigo y con un gran danés heredado.
Otro punto a favor es que el libro ofrece una reflexión sobre la escritura y la posibilidad o no de transmitir este arte a partir de los consejos de los escritores. En estas páginas encontramos las palabras de Rilke, de Vonnegut, de Patterson, de Knausgård y de tantos otros –muchos– que han ofrecido material para la formación de narradores.
Sin duda, el gran señuelo de la novela, ya desde la portada y el título, es el perro. Nunez está a punto de hacer setenta años, tiene siete libros publicados, y no ha sido hasta El amigo cuando ha dado el salto internacional. Ya había sido traducida por un libro de memorias sobre Susan Sontag, pero en ficción no figuraba como una de las voces destacadas de su país. Esta novela le valió el Nacional Book Award del 2018. Resultó ser una sorpresa y probablemente el premio se lo debe al personaje del gran danés, el único del libro que tiene un nombre.
La novela gustará sobre todo a los lectores que se puedan identificar con los amantes de los perros porque retrata muy bien la relación con estos animales, pero, atención, los de los gatos que tampoco se abstengan. La escritora tiene la picardía de tenerlos en cuenta, ya que su protagonista había tenido uno y aprecia su carácter independiente, más afín al de esta narradora que nos cuenta su extrañeza anteelmundo. |
ANAGRAMA/NAVONA. TRADUCCIÓN AL CASTELLANO: MERCEDES CEBRIÁN / AL CATALÁN: FERRAN RÀFOLS GESA. 208/208 PÁGINAS. 16,90 EUROS
debe hacer. Vive la época de los estudios interminables, con unos meses de Erasmus en París que le sientan muy bien. Y la provisionalidad de unas relaciones que no acaban de tener peso: se enamora mucho, pero sus amores nunca pasan de ser algo provisional, no llegan a ser el centro en torno al cual orbitan las cosas. Cuando era niña, Gina daba por hecha la vida fácil. Lo recuerda la primera vez que va psicoterapia, a los diecinueve años. El relato se va desarrollando a partir de esta idea, aunque pasan cosas gordas. Gina no consigue quedarse embarazada, lo prueba repetidamente, mientras experimenta los primeros síntomas de una enfermedad incapacitante: un hormigueo que anuncia la esclerosis múltiple. Las escenas en las que habla del tanque de nitrogeno líquido, con esperma congelado para la inseminación artificial son potentes. Y están pegadas a una visita a la neuróloga que le pregunta sobre unos picores que no se van.
Esta tensión entre vida y enfermedad confiere al libro de Maria Climent una personalidad propia. El tono es positivo, contenido, a veces con un poco de humor entorno a la consolación que ofrece el lenguaje psicoterapéutico. Gina es un melodrama, que en sus puntos más intensos deja entrever la tragicomedia. Los personajes que acompañan a Gina tienen ganas de reconciliarse con la vida. La compañera andaluza de Erasmus, la psicoterapeuta alemana, la corresponsal francesa a quien envía cartas que son una confesión. ¡Cuidado con la culpa! ¡Basta de lamentos! ¡Retoma la vida! ¡No te prepares para lo peor! ¡No quejarse es una forma de heroísmo! La novela está salpicada de ideas positivas. Hasta llegar, alguna vez, al reblandecimiento. Como cuando en una conversación con Franziska, dice que la vida atrae a la vida y que la vida es el amor que recibes y el amor que das. O cuando en la escena final, que cose la herida, le recita a Elizabeth un verso de Martí i Pol.
Lo que más me ha gustado de Gina es que es una novela sin receta, vivida y escrita con mucha naturalidad. La amiga francesa, Elizabeth, tiene una librería en París que se llama Le Merle Moqueur. Y tienes la sensación de que el libro lo ha escrito un mirlo burlón: un pájaro de plumaje oscuro, hiperactivo. Solitario, le gusta transitar por donde hay gente. Ese contacto con los humanos le hace reírse un poco de todo. Unprimerlibroremarcable. |
¡Basta de lamentos! ¡Retoma la vida! ¡No te prepares para lo peor! ¡No quejarse es una forma de heroísmo!
L’ALTRA/ALFAGUARA. 184/160 PÁGINAS. 17,90 EUROS