La salud de los libros
Grandes obras, en España y en Latinoamérica
El fallecimiento de Joaquín Marco nos ha recordadoloajenosquevivíamosenEspaña a la literatura latinoamericana, cuando solo nos eran familiares Rubén Darío, César Vallejo o Pablo Neruda. La llegada del boom fue un fenómeno estimulante, pero siguió teniendo mucho de exótico que no abrió ninguna puerta. El pionero Marco, a quien acompañamos unos pocos, pudo vivir la verdadera invasión de “los bárbaros”,yhoypuededecirsequelanovelalatinoamericana ha desplazado a la española por todo lo que tiene de renovadora. Fácil de entender por el amplio marco geográfico en el que se mueve con la consiguiente variedad de propuestas, algo que ha beneficiado a la nueva narrativa española. Estamos viviendo un espléndido momento que se refleja en estos cuatro libros recomendados, que podrían ser cuarenta.
El libro de los monstruos Juan Rodolfo Wilcock Atalanta
Sus amistades, sus lecturas, sus traducciones y su crítica literaria, todo es coherente con la escritura de Rodolfo Wilcock (Buenos Aires 1919-Lubriano, Italia, 1978), que se inserta en la tradición de los narradores raros, exóticos o audaces que en Argentina son ya una normalidad: la imaginación rompe todas las reglas. Aquí asistimos a una galería de sesenta y ocho personajes que se transforman en fumarola, en cenicero, en masa de pelos, en charquito de podredumbre, y así hasta donde la maravillosa libertad creadora quiera llevarnos.
Diario del asco Isabel Bono Tusquets
En Diario del asco, Isabel Bono (Málaga, 1964) parte de dos principios: que en lo dramático también puede haber humor, para no caer en la sordidez, y que “la felicidad es muy triste”. El narrador cuenta su historia a su terapeuta, de ahí la intensidad psicológica. Si la novela no es autobiográfica, nos afecta como si lo fuese. A Mateo le persiguen como una culpa los suicidios de su madre y del amor de su vida, a los dieciocho años, lo que le lleva a intentarsuicidarseél.Odiaasupadreyasuhermano. Y le consuela pensar que “no deben ser tan malas las antenas, están siempre llenas de pájaros y parecen felices”.
La casa del padre Karmele Jaio Destino
Nacida en Vitoria en 1970, Karmele Jaio escribe una novela compleja, llena de conflictos, de nuevo en torno a una familia, la culpa, el miedo, la violencia, sea política como en la relación entre hombres y mujeres. Personajes todos muy ricos que merecen cada uno de ellos ser novelables. Si “la normalidad acaba convirtiendo en invisibles los cimientos de la realidad”, La casa del padre es precisamente una indagación sobre estos cimientos ocultos y escribiendo “sientes que cada vez te acercas más al origen de tus pesadillas”. Las diferentes tensiones se entrecruzan y avanzamos en un luminoso caminar a ciegas.
Malasangre Michele Roche Anagrama
Michele Roche (Caracas, 1979) nos retrata a una familia de hematófogos, de vampiros sedientos de sangre, hematofagia o seddepoderquesedatambiénenlospolíticos de la Venezuela de la década de los veintedelsiglopasado,cuandoseencuentra el primer pozo de petróleo, “el estiércol del diablo”. Una Venezuela dictatorial que podría ser la de hoy, en una crítica que no se limita a lo político y en la que domina la parodia. Resultan especialmente atractivas las escenas de la opresión a las mujeresparaprotegersuvirginidad.
Narradores exóticos, el humor en lo dramático, conflictos familiares, y vampiros sedientos de sangre y de poder