La cuestión racial reina en la ficción
El Black Lives Matters, el misterio y la LGTBIQ han marcado la actualidad editorial 2020
Este es el año de la peste, pero los libros pandémicos no figuran curiosamente entre las recopilaciones de lo mejor del 2020 en países como Estados Unidos; claro que también ha sido el año del Black Lives Matters y de la LGTBIQ, y así, las novelas que tratan cuestiones como la racial, el privilegio o la identidad sexual se han encaramado a las listas de las más prestigiosas publicaciones anglosajonas. Y hay una sorpresa y una coincidencia: en casi todas las recomendaciones, incluidos The New Yorker, The New York Times, Electric Literature o Vanity Fair, encontramos una ficción mestiza, Mexican Gothic, de la mexicanocanadiense
Sea porque hemos decidido que puestos a pasar miedo mejor que sea de algo irreal, porque el de verdad lo tenemos muy cerca, sea porque la trama nos retrotrae a viejos conocidos como Jane Eyre o Rebecca, lo cierto es que Moreno-García (México, 1981), quien también ejerce de columnista en The Washington Post, ya ha firmado la adaptación televisiva de su obra.
La cuestión racial se aborda en la ficción desde muy diferentes ópticas, la distopía en Leave the world behind ,de
,el coming-of-age de en su novela de iniciación Everywhere you don’t belong, la homosexualidad en Memorial , de la esclavitud en Corregidora de
la lucha contra la discriminación en el pasado reciente en The vanishing half, de y el desmoronamiento de la pareja en Luster ,la primera novela de que está dando mucho que hablar. Todos autores/as negros o mestizos, menores de 45 años, que aparecen en las revistas literarias y ahora llegan al gran público.
La búsqueda de la identidad sexual emerge como el otro polo de atracción literaria, también en Gran Bretaña, donde igualmente se destaca Cleanness, de una colección de relatos cortos interconectados que tienen como escenario la Europa del Este. La gran novela americana, esa que todo escritor estadounidense aspira a conseguir, no llega sorprendentemente de un autor wasp o más o menos asimilado, sino de un hijo de la inmigración pakistaní, premio Pulitzer por su trabajo como dramaturgo; su Homeland elegies se centra en el antes y después del 11-S. La no ficción anglosajona tampoco es epidémica, sino política: la preocupación por la calidad de la democracia transita por todas las listas, en las que no faltan las memorias de Obama. Tampoco faltan los consagrados en la ficción, Margaret Atwood, Elena Ferrante, Martin Amis..., pero en segundo plano. Y una curiosidad distópica: Rodham ,de ¿Qué hubiera pasado si Hillary no se hubiera casado con Bill (Clinton)?
con Le consentement (traducida al castellano y catalán) ha supuesto todo un fenómeno en las letras francesas (y también fuera) este año. Las escritoras tiran con fuerza en aquel país, empezando por
con su autobiografía filosófica Le bonheur, sa dent douce à la mort ,yenla no ficción también se recomienda en las listas un título muy adecuado para estos días, Histoire de la fatigue: du Moyen Age à nos jours, de
donde incluso las casas enferman.
Poeta chileno
Anagrama
Celebrado desde su novela breve Bonsái,
ahora nos sorprende con una novela larga cuya extensión está totalmente justificada. La escritura y los escritores siguen siendo parte de una trama donde unos personajes reales, poetas chilenos, son “hombres geniales y excéntricos” que acaban por formar parte de la biografía del narrador, porque “yo soy un novelista chileno y los novelistas chilenos escribimos novelas sobre poetas chilenos”.