Librerías en internet
Las librerías, la parte de la industria del libro a pie de calle, siguen sufriendo más que ningún otro eslabón de la cadena editorial las restricciones al comercio. Los políticos, cuando hay cámaras y micros, afirman con solemnidad que son esenciales, pero nos toman el pelo y nos hacen la permanente, porque a la hora de la verdad de los decretos se consideran más esenciales las peluquerías que las librerías. Haciendo de la necesidad virtud, las librerías independientes, de barrio o de poblaciones pequeñas, se han asomado al comercio electrónico, al que no eran muy aficionadas porque en ese totum revolutum de internet podían perder la capacidad de prescripción personalizada que las distingue. La pandemia ha hecho que muchas se pongan manos a la obra digital y no les está yendo mal.
La Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) puso en marcha la plataforma Todostuslibros.com y al publicar los datos de sus dos primeros meses de vida al cierre del año 2020, muestra bíceps. Nos dicen que “tras su presentación pública el pasado 4 de noviembre, ha generado un total de 145.893 usuarios registrados, mientras que las librerías que han activado la opción de comercio online a través de la plataforma han recibido más de 15.000 pedidos y más de 8.000 reservas. Estas operaciones se traducen en un total de 27.543 ejemplares vendidos, por un importe de 537.481 euros”. En Cegal afirman que “esta plataforma de comercio online, consulta bibliográfica, difusión cultural y comunidad lectora es el camino para que las librerías independientes ocupen el espacio de venta online de forma colectiva y colaborativa”. Más de 250 librerías de todo el Estado ya están en la plataforma y hay más de 60 en fase de completar el alta.
Libelista es otra plataforma catalana veterana en este territorio, más pequeña, pero luchadora, que acaba de celebrar su quinto aniversario. Es heredera de Liberdrac, una plataforma digital creada en el 2012 por un grupo de profesionales del sector literario respaldada por el Gremi de Llibreters de Catalunya, que ofrecía a las librerías independientes una plataforma de venta de libros digitales. Gerard Almirall, responsable de contenidos de Libelista, me explica que “hasta ese momento, la venta de libros digitales se producía solamente en grandes cadenas y plataformas, y las librerías pequeñas y medianas quedaban excluidas por falta de recursos tecnológicos. Actualmente, Libelista lo compone un equipo de seis libreras que compaginan sus labores habituales en sus respectivas librerías con sus funciones en la plataforma”.
Le comento que muchas librerías eran reticentes a la venta online porque consideraban que su fuerza es la recomendación personal del librero cara a cara… “En los últimos años y, sobre todo, a partir de las distintas situaciones de confinamiento, muchas librerías han dejado atrás estos prejuicios. El uso de herramientas digitales permite a las librerías trasladar al máximo su identidad al entorno digital, cumpliendo con la creciente necesidad de compra digital de las lectoras sin caer en la impersonalidad y frialdad del comercio en línea. El uso de las redes sociales, mensajería instantánea, blogs y páginas web permite a la librería enriquecer la experiencia de compra de sus clientes, diferenciándose de otras ofertas y manteniendo su sello personal”.
Gigantes de la distribución como Amazon parecen imbatibles: rápido, eficiente y barato. Le pregunto si se puede competir con Amazon: “Si nos limitamos a las características mencionadas, no podemos ni queremos competir con Amazon. Nuestras usuarias son conscientes que muchas de estas facilidades vienen dadas a costa de una serie de prácticas de moralidad ambigua que nos negamos a realizar, además de ser posibles gracias a un músculo económico del que no disponemos. Si en lugar de priorizar la rapidez, buscamos atención personalizada, el criterio profesional y el mantenimiento de un comercio de proximidad y responsable, entonces no solamente competiremos con Amazon, hasta ganaremos”. Cegal y Libelista, con laslibrerías,enlucha.
Trabajadores de la plataforma catalana de venta de libros digitales Libelista