Las cosas del leer
El 7 de marzo se celebra el día mundial de la Lectura. Mañana habrá bellas declaraciones institucionales sobre la importancia de leer, que pasado mañana se llevará el viento. Pero hay quienes en vez de dar discursos una vez al año actúan todos los días. Nuria Jiménez Cot, responsable de comunicación del voluntariado de CaixaBank, me habla del Programa de Acompañamiento en la Lectura para menores de entre 9 y 12 años en riesgo de exclusión social, con la metodología de la Fundació Jaume Bofill para su programa Lecxit, que tiene por objetivo que los menores puedan mejorar el éxito educativo a través de la comprensión lectora. En toda España, durante el 2020, unos 160 voluntarios impartieron más de 150 sesiones que beneficiaron a alrededor de 600 menores de 35 entidades sociales. Esta dedicación se tradujo en unas 1.600 horas de voluntariado. La pandemia obligó a cambiar el acompañamiento presencial por las tutorías virtuales, adaptándolo a las posibilidades de cada familia. “A través de juegos lingüísticos, libros en diversos formatos y mucha imaginación, hemos sido capaces de continuar practicando la lectura con los menores. Este contacto semanal ha sido, además, una ayuda emocional para todos ellos”.
La coordinadora del Projecte de l’Acompanyament en la Lectura en El Vendrell, la voluntaria Àngels Farrés, me dice: “Me llena de orgullo formar parte de este equipo tan implicado de voluntarios, enormemente solidario y con tanto amor a la infancia y a la lectura. Es una satisfacción saber que, ayudándolos a mejorar su comprensión lectora, los impulsamos un poco más hacia el éxito educativo, porque sin entender el planteamiento de un problema, no podrán resolverlo. Las escuelas enseñan a leer, nosotros a través de este acompañamiento también relacionamos La pantalla del ordenador es como la foto de una orla estudiantil donde las cabecitas se mueven y localizo entre ellas a Izan, que debe tener alrededor de 11 años. Los juegos que se plantean son divertidos, hasta a mí me entran ganas de responder, pero él está un poco serio.
Al pasar a salas individuales de la aplicación, las múltiples ventanas se reducen a dos. El mentor de lectura, Josep, saluda al otro lado de la pantalla a Izan, en compañía de un enorme póster de Son Goku (que luego me enteraré de que se lo ha dibujado con todo afecto su padre). Josep lo invita a continuar la lectura y no hay duda de que el libro lo ha elegido él: el primer
Más de 160 voluntarios del programa Lecxit tutelan en toda España a menores para fomentar el placer de la lectura
título de la colección Bola de Drac.
Anoto en mi libreta de notario: “Empieza a leer despacio, un poco mecánicamente, con titubeos”. Josep, de tanto en tanto, le señala alguna expresión difícil y le pregunta amablemente si sabe su significado: “Fer mans i mànigues”, “un bon minyó”… se lo aclara enseguida para que no pierda el hilo y él sigue leyendo. Anoto: “Concentrado, cada vez más fluido”. Hasta que hay un momento en que incluso empieza a modular las voces de los personajes y cuando habla el malo imposta más el tono para que hable como hablan los villanos. Y en un momento complicado de la trama en que hay una transformación, hace hasta los efectos sonoros : “¡¡Puff!!”. Me fascina cómo ha acabado metiéndose en la historia. Pese a la frialdad de tener delante el ojo de la webcam y a su mentor