Satán en la calle de Roca
Gerard Quintana y los poderes ocultos
Una parte de los movimientos contraculturales de los años setenta derivaron hacia el satanismo. No hace mucho, una amiga me contó que preparaban una comida en los soportales de una casa de campo abandonada y se encontraron un macho cabrío. Pasa más a menudo de lo que parece. La parte más interesante de L’home que va viure dues vegades de Gerard Quintana (Girona, 1964) sigue esta conexión. Nos pasea por una Barcelona de tipos estrafalarios: una chica con un vestido de cuero hecho a medida y un demonio priápico y deforme. Vamos de la calle de Roca (un atajo entre Cardenal Casañas y Portaferrissa, que desde siempre ha sido una calle con mucho tomate underground) a una torre modernista que parece la mansión de Eyes wide shut, la peli conspiratoria de Stanley Kubrick basada en la novela de Arthur Schnitzler.
En el barrio gótico, en los noventa, se producía una mezcla interesante de seudoartistas, traficantes y gente oscura entre los que la aventura del protagonista, Salvador, Saltamartí, cobra densidad poética. Cualquiera que se haya movido en este ambiente sabe hasta qué punto lo más transcendente se combinaba con la fantasmada más simple: de las revelaciones transcendentales a la revelación del arte.
Quintana ha tocado muchas teclas. De formación es periodista y actor y desde 1986 cantante, letrista y compositor del grupo Sopa de Cabra. Se ha dicho, para replicar a la gente que le hizo ascos cuando publicó su primera novela, Entre el cel i la terra (2019), que es un gran lector, que su tío llevaba la librería Geli de Girona, que pasaba muchas horas allí. Se nota: el libro está trufado de citas literarias, de Prévert a Pasolini, de referencias al Fausto ya Thomas Mann. Lo que no impide que, cuando Salvador empieza a escribir poesía, encontremos unas páginas sobre el éxito literario del estilo de las de Maria Barbal en Tàndem: su compañera lo presenta a un premio, no tiene una gran difusión, pero ya se sabe que un libro de poesía en catalán raramente supera las mil copiasvendidas.Lodiceasí:copias vendidas.
Quintana crea un juego entre la realidad, la realidad oculta y secreta de este mundo satánico, la realidad deformada por las drogas y transformada en los sueños. Con esto crea el clima, que es lo mejor del libro. La base argumental, sin ser trillada, es más convencional. Salvador es el último de una estirpe que arrastra una culpa del tiempo de la brujería. Unas monedas de oro pasan de padres a hijos como una herencia maldita. El protagonista las ha perdido y tras estas monedas vive su Easy rider visitando tugurios y comunidades hippies. La lengua y el ritmo no ayudan a crear intensidad. El protagonista ve una película y la acción se interrumpe para explicar su argumento. La escena inicial,enlaplaya,estáescritacondetalles prescindibles y con una aparición divina un poco rara. No quiero decir que Gerard Quintana no pueda ser un buen escritor, perohayquepulirbastantescosas.
Gerard Quintana L’home de va viure dues vegades/El hombre que vivió dos veces
Entre seudoartistas, traficantes y gente oscura, la aventura de Salvador, ‘Saltamartí’, cobra densidad poética
COLUMNA/PLANETA. PREMIO RAMON LLULL. TRADUCCIÓN AL CASTELLANO: JOSEP ESCARRÉ. 373/336 PÁGINAS. 21,50 EUROS