Algunas reglas para escribir sobre el cáncer
Ta-Nehishi Coates y el Superman Negro
En Desmorir (Sexto Piso), el brillante ensayo que Anne Boyer escribió sobre su experiencia con el cáncer de mama (y con el que ganó el Pulitzer al libro de no ficción), la autora barrunta algunas reglas que deberían existir para el uso del cáncer en los libros, no como metáfora sino como dispositivo de la trama. “Suele ser la madre con cáncer de alguien; o su hermana, o amante o esposa –escribe–. En literatura el cáncer de una persona parece existir como instrumento para las epifanías de otra”. Estando enferma, tampoco apreció asistir a la lectura de poesía en la que la poeta “casi se pone a gritar y berrear poemas sobre un cáncer que no padece”. Ni encontró la gracia a los libros que le enviaban que había escrito alguien sobre familiares con cáncer. “Siempre sobre la hermana, esposa o suegra, todas mujeres moribundas con la cabeza pelona y ningunas de ellas con una voz ni gran cosa que las distinga en particular”.
Cuando se supo que el escritor Ta-Nehishi Coates firmará el guión de la próxima película de Superman, no tardó en volver a salir a la superficie una entrevista que el autor de Entre el mundo y yo dio hace unos años en la que decía que jamás lee cómics de DC y si no lo hace es precisamente porque Superman le parece el superhéroe más blanco, insulso y pro-establishment de todos los que existen. Los más cínicos apuntan a la cantidad indecente de dinero que puede haber modificado su punto de vista sobre Clark Kent, aunque también es probable que Coates haya firmado súperpoderes en su contrato para dejar al personaje irreconocible. Para empezar se tratará de un Superman negro, que podría interpretar el actor Michael B. Jordan.