Cuando la Ciudad busca el Sol
El tema de Lille3000 de este año, Utopía, trae a colación de forma implícita el planteamiento que Tommaso Campanela realizó en su insuperable Civitas Solis ,la Ciudad del Sol, máxima expresión en el Renacimiento de las posibilidades de convertir la utopía en un proyecto urbanístico, en una ciudad donde lo que debe ser se impone sobre lo que es. Y quizás por ello, en este tórrido verano del 2022, se vuelven a plantear las ideas que desde Campanela llegaron a los críticos de la Ilustración de la escuela de Frankfurt. La ciudad del futuro necesita recobrar la armonía por el exceso de población y por las máquinas que al promover el enfriamiento de locales incrementa la temperatura. Aunque lejos de las habituales distopías en las que el mundo perece por los excesos de la combustión, en Lille se plantea la necesidad de entender la Tierra como un ser vivo, en el bien entendido que la Tierra es ante todo y sobre todo una arquitectura, como nos invita a pensar TVK desde el Palacio de Bellas Artes. Una arquitectura que permita superar para siempre el malestar de lo abstracto, de sostener el valor maternal de las valquirias imaginadas por Joana Vasconcelos, de asumir los Minitos de Jean François Fourtou, o de integrar en nuestra conducta Les Vivants propuestos por la Fundación Cartier. En definitiva, de situar, como hizo Jeremy Narby, en la serpiente cósmica el debate entre el ADN y el origen del saber. Por eso, se invita al visitante a que se adentre en el sentir, el palpitar, y el vivir de la Tierra, esa Uphonie ,la pieza de concierto del compositor Jeremie Dufort, inspirada libremente en la Euphonie de Berlioz. Y así, haga suyo el objetivo central de estos encuentros: la hibridación de lo humano y lo natural.
El recientemente fallecido James Lovelock calificaba de Novaceno la época que se abre ante nosotros, un futuro próximo donde primarán los valores chamánicos a la hora de entender el ADN común entre lo humano y lo natural. Estos planteamientos están sostenidos por soluciones eficaces, sostenibles, a través del valioso lenguaje de la creación artística, pues en definitiva se trata de regresar una vez más a la idea neoplatónica de que el hábitat es un diálogo de igual a igual del ser humano con la naturaleza.