El género que triunfa desde ‘Gallywood’
El diario británico The Guardian dedicó en marzo del pasado año un amplio reportaje al género negro gallego que llega desde las pantallas. Titulado Galician noir: how a rainy corner of Spain spawned a new TV genre (Noir gallego: cómo un rincón lluvioso de España generó un nuevo género televisivo ), el diario repasaba la eclosión de series a partir del éxito internacional de El sabor de las margaritas , la primera producción gallega que llegaba a Netflix y que se convirtió en una de las diez más vistas de lengua no inglesa en Gran Bretaña e Irlanda. Después de una década de reinado de las series nórdicas, explicaba el diario, la mirada se ha vuelto hacia las historias creadas en un escenario que es “sorprendentemente diferente al resto de España”.
De nuevo la geografía y su huella en el carácter de sus habitantes, además de una potente industria audiovisual en esta que podríamos llamar Gallywood a la manera de Bollywood, marca la diferencia. Como Lobosandaus, el nombre de la aldea de ficción creada por Xosé Luis Méndez Ferrín (Ourense, 1938) para sus Arraianos (Hoja de Lata), relatos situados en La Raya, la raia seca, la frontera galaicoportuguesa, donde se difunden identidades y las gentes han vivido del contrabando en una tierra de nadie, o mejor, propiedad de las ánimas que pueblan algo más que las mámoas del Val da Morte. Allí, entre Ourense y Portugal, Ángeles Huerta ha dirigido O corpo aberto (Cuerpo abierto), una película de terror folk en la que un maestro que llega a una aldea de la zona en 1909 se encuentra con situaciones que ponen a prueba su mente racional. El estreno está previsto para el 9 de diciembre.
Para el 11 de noviembre se espera el de As bestas, una de las cinco películas que optó a representar al cine español en los Oscars y cuyo director, Rodrigo Sorogoyen, definió como terror rural, wéstern e historia de amor: una pareja francesa que se traslada a una aldea semiabandonada del interior de Galicia para salvar este entorno rural se encuentra con la hostilidad de sus habitantes. El inicio no puede ser más indicativo, ya que tiene lugar durante la fiesta de rapa das bestas, en Sabucedo, Pontevedra, cuando se reúnen los caballos para cortarles las crines.
Pero es en las series donde más se ha desarrollado este nuevo noir gallego. El desorden que dejas (2020), basado en la novela de Carlos Montero (Celanova, 1972), aprovechó los escenarios que brindaban el monasterio de San Rosendo de Celanova, donde se ubica un instituto de secundaria, y las termas naturales de Bande, desde las que se ven las montañas del Val da Morte, para el relato del aparente suicidio de una profesora. Su éxito en Netflix ya había estado precedido por las dos temporadas de El sabor de las margaritas, producida por la televisión gallega en el 2018 y en la que la aparición de una serie de cadáveres en la Galicia interior hace pensar en un asesino en serie. Parte del equipo de esta serie, en cuya dirección participaron Ghaleb Jaber Martínez y Alex Sampayo, se encuentra detrás de la serie Motel Valkirias, rodada de nuevo entre Galicia y Portugal y que se presentó hace dos semanas: tres mujeres se ven envueltas en una difícil situación a través de un cliente que transporta una mercancía valiosa.
También debutó en la televisión gallega, para pasar a HBO, Agua Seca, con localizaciones en Vigo y Lisboa, en la que una mujer busca a su hermano desaparecido. Rapa, Movistar +, parte también del día de la rapa das bestas, para narrar el asesinato de la alcaldesa de una pequeña localidad. La última en llegar es Un asunto privado, estrenada en Amazon Prime hace dos semanas; en los años 40, una joven de buena familia se dedica a descubrir misterios en una línea de comedia a la manera de