Mariano Pensotti
El director y dramaturgo es una especie de ovni del teatro argentino contemporáneo. Llegó a nuestra casa a la vez que sus colegas Daniel Veronese, Javier Daulte y Claudio Tolcachir, que vinieron con el texto por delante, y unos intérpretes que actuaban de una forma tan extraña como hipnótica. Mariano Pensotti también, pero de una manera, digamos, más europea, sin el desnudamiento escénico típico de los montajes que viajan al norte desde Buenos Aires. Él mezcla teatro y cine y piensa los espectáculos a lo grande como si fuera Thomas Ostermeier, debido a que hace ya unos años que varios festivales europeos, del Kunstenfestivaldesarts de Bruselas a la Ruhrtriennale, confían en él. Los años, que ya lleva una buena gira continental, explota la obsesión de Pensotti: el paso del tiempo. Y lo hace a través de un personaje que veremos a los 30 y a los 60 años, al mismo tiempo. Un hombre, Manuel, que filma réplicas de edificios europeos en Buenos Aires y que choca con un niño sin techo que le cambia la vida. Y no es nada fácil ver teatro sobre el futuro, pero Pensotti reclama su derecho. “Debíamos reclamar para el teatro el derecho político a hablar del futuro: si la ficción no imagina cómo será este futuro, creo que nos estamos perdiendo alguna cosa”, dice. El argentino debutó en Temporada Alta en el 2008 con Marea y hemos visto Arde brillante en los bosques de la noche (2017), Cineastas (2013), además de El público, un documental en la edición pandémica del 2020. El Canal (26 y 27 de noviembre)