Angélica Liddell
Cuando en el 2014 Angélica
Liddell anunció que no pensaba volver a poner un pie en un teatro español por el menosprecio que sufría de las instituciones teatrales de esta lado del
Pirineo, solo un festival del Estado se salvó de la quema.
Aquel mismo año llevaría Tandy a Temporada Alta, aunque tardaría cuatro años, hasta el
2018, en volver con Génesis 6,
6-7. Liddell, no obstante, es seguramente la artista teatral europea más desgarradora de nuestro tiempo. Irreverente, directa, tan clásica como vanguardista, sus espectáculos recorren Europa y, aunque parezca un tópico, no dejan a nadie indiferente. ¡Hace años que en Francia la veneran y nunca ha hecho un espectáculo en francés! Ahora mismo es artista residente en el CDN de Orleans. Y no piensen que no las dice gordas, sobre los franceses. El Liebestod que pudimos ver en el Grec del 2021 es la prueba.
En Caridad, que Liddell estrena de manera absoluta en Temporada Alta, sigue la línea de aquel montaje del año pasado y es una invitación al público a medir su compasión. En la taurina Liebestod reclamaba que tuviéramos piedad de ella. Y ahora se pregunta si el arte se merece la misma compasión que un homicida y si, incluso, tendría que estar por encima de la ley. En The Scarlet Letter (2020) se rodeó de hombres para declararles su amor esclavo e infinito, cosa que hizo enfadar a muchas mujeres. En Liebestod masacró la educación republicana y el sistema teatral, hecho de “figurantes, técnicos y funcionarios” que solo reclaman derechos y no hacen nada. Ridiculizó a los jóvenes de dieciséis años que se manifiestan por las pensiones, con unos maestros que los privan de la fe. Y unas actrices que son lo peor de todo. Liddell puede con todo y con todos, y dice lo que piensa, incluso de ella misma.
Pedía, entonces, que la miraran. En Caridad, seguro, dará un nueva vuelta de tuerca. Hay muchos espectadores que esperan con ansia las nuevas propuestas de una artista que trabaja sin cesar y que ha convertido su vida en material dramático de primera línea. Es como hacer una lectura comparada entre el Pronto y el nihilismo occidental. Un cóctel explosivo. Teatre de Salt (8 y 9 de octubre)