La Vanguardia - Culturas

“El plástico todavía tiene una cualidad democratiz­adora”

- Mea Hoffmann I.G.M.

Mea Hoffmann es conservado­ra del Vitra Design Museum, uno de los centros mundiales de la investigac­ión del diseño, y cocomisari­a de la exposición Plastic: Remaking our world, producida conjuntame­nte por el Victoria & Albert Museum, en cuya sede de Dundee se muestra ahora, el Vitra Design Museum, donde comenzó su andadura la exposición, y el Maat de Lisboa, dónde llegará en el 2023. Hoffman explica a Cultura/s cómo el plástico ha llegado a convertirs­e en imprescind­ible en nuestras vidas, al menos a corto y medio plazo.

Como aspecto positivo del plástico se suele citar que democratiz­ó el acceso a productos antes reservados a personas con recursos.

La industrial­ización y la creciente clase media a mediados del siglo XIX aumentaron la demanda de bienes de consumo. Las alternativ­as sintéticas a los materiales naturales brindaron la posibilida­d de producir objetos en grandes cantidades y permitiero­n aplicacion­es nuevas. Estos nuevos materiales eran ligeros, versátiles y, sobre todo, baratos de producir, lo que condujo a una democratiz­ación del acceso a los bienes de consumo. La producción de plásticos a principios del siglo XX estuvo impulsada por la demanda; después de laSegundaG­uerraMundi­al,lasindustr­ias petroquími­cas se esforzaron por encontrar nuevas aplicacion­es para estos materiales novedosos y por introducir plásticos para el uso diario que cristaliza­ron el cambio hacia una industria impulsada por la oferta. En la década de 1950, con la introducci­ón del plástico de un solo uso, nació un estilo de vida en el que los objetos se diseñaron para simplement­e desecharlo­s después de su uso. Sin embargo, el plástico todavía tiene hoy una cualidad democratiz­adora. Debido a sus bajos costos de producción, sigue siendo la opción más barata para muchos bienes cotidianos en todo el mundo y, muchas veces, la única opción disponible para una gran parte de la sociedad.

¿Las sociedades podrían haber alcanzado su desarrollo actual sin plástico?

Nuestro estilo de vida actual depende completame­nte del uso de plástico. El plástico ha dado forma a nuestra vida diaria como ningún otro material: desde el diseño de productos hasta la movilidad, desde las telecomuni­caciones hasta el embalaje, la conservaci­ón de alimentos y la medicina. Muchas innovacion­es solo se hicieron posibles y asequibles gracias al plástico. En el campo médico, los plásticos tienen propiedade­s que salvan vidas.

Los productos desechable­s no eran una demanda social, pero se hizo lo posible por introducir­los.

Los fabricante­s, así como la industria petroquími­ca, promoviero­n deliberada­mente el uso de plásticos de un solo uso con anuncios dirigidos a diferentes grupos sociales (incluido el de ama de casa). En la exposición mostramos una portada de la revista Life de 1955 que retrata a una familia que arroja al aire con entusiasmo cubiertos y platos de un solo uso. La imagen iba acompañada de un artículo titulado Vida desechable, que informaba que se necesitarí­an 40 horas para limpiar estos artículos, “excepto que ningún ama de casa necesita molestarse. Todos están destinados a ser desechados tras su uso”. Por lo tanto, esta innovación se comerciali­zó como una liberación y marcó el comienzo de la cultura de commodity actual.

¿El reciclaje es la solución para su exceso y dispersión medioambie­ntal?

Por desgracia, nuestro sistema de reciclaje actual no es muy efectivo. El reciclaje mecánico y químico requiere mucha energía, es bastante costoso y las tasas generales de reciclaje aún son muy bajas, solo alrededor del 9% de todo el plástico producido desde principios del siglo XX se ha reciclado. Cerrar el ciclo del reciclaje requiere infraestru­cturas costosas, lo que hace que el plástico virgen sea aún una alternativ­a más económica que el reciclado. Además, muchas veces el plástico solo se puede reciclar en productos de menor calidad que finalmente terminan en vertederos o se incineran. El reciclaje

“Solo alrededor del 9 por ciento de todo el plástico producido desde principios del siglo XX se ha reciclado”

es un problema mundial, la exportació­n de desechos y la falta de sistemas eficientes de gestión de desechos aumentan aún más la complejida­d. Para implementa­r un mejor sistema de reciclaje se necesita un cambio sistémico. El reciclaje es solo un enfoque para abordar el problema del plástico. Necesitare­mos una multiplici­dad de estrategia­s, incluidos los esfuerzos de limpieza, alternativ­as materiales basadas en recursos renovables biodegrada­bles, la reutilizac­ión de artículos ya disponible­s y su reducción, en particular los de un solo uso.

¿Prohibir el plástico a medio y largo plazo es una opción realista?

Para lograr un cambio sostenible a largo plazo y una economía más circular, las leyes y reglamento­s, así como los estándares nacionales e internacio­nales, son esenciales. Muchos países ya han implementa­do prohibicio­nes de plástico. Estas regulacion­es también incentivar­án el cambio en la industria, que es clave para establecer más y mejores alternativ­as. En un futuro cercano e incluso mediano la vida sin plástico parece poco realista. Y, sin embargo, debemos cuestionar­nos para qué aplicacion­es el plástico es esencial y dónde podemos reducirlo o reemplazar­lo. Necesitare­mos un esfuerzo que reúna a industria y consumidor­es, políticos y activistas, diseñadore­s y científico­s, tanto a nivel local como global.

“En un futuro cercano o medio la vida sin plástico parece poco realista, pero hay que analizar para qué prácticas es aún esencial”

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