Una saga en Tenerife
En la última novela de la autora alemana Inger-Maria Mahlke cada suceso parece tener la misma importancia. Una mujer que disfruta de un plato de comida, un matrimonio al borde de la separación o el golpe de estado en España en julio de 1936. Ganadora del Premio Alemán del Libro 2018 con Archipiélago, Inger-Maria Mahkle (Hamburgo, 1977) pasó su infancia entre el norte de Alemania y Tenerife. Tras estudiar derecho y dedicarse durante un tiempo a la criminología, la autora decidió apostar por la escritura. Su trayectoria literaria la ha hecho merecedora de varios galardones como el Premio Klaus-Michale Kühne en 2010 por su primera novela Silberfischen o el Premio Ernst Willnen del Festival de Literatura Alemana en 2012, al que le siguieron algunos más.
En Archipiélago viajamos a la isla de Tenerife, que en este caso no es objeto ni lugar de vacaciones sino escenario testigo de la historia política de España y Europa, con todas sus grietas, entramados de corrupción y tantos testimonios que a día de hoy permanecen en silencio. La autora apuesta por una narración anticronométrica. Comienza en el año 2015 y retrocede hacia atrás, hasta el 1919. En el centro del relato están los Bernadotte, los Baute y los Marrero, tres familias que representan del todo la historia política española e ilustran las diferentes capas de la sociedad en la isla, marcada por los estratos sociales y el enfrentamiento político entre socialismo y falangismo.
Capítulos cortos nos van guiando por una trama ramificada, donde los saltos de tiempo obligan al lector a la concentración absoluta. Son muchos los personajes y las generaciones que aparecen: empleadas del hogar, trabajadores, empresarios adinerados, militares e intelectuales que acompañan el afán de la autora por representar la sociedad tinerfeña.
Dentro de la cotidianidad de sus personajes, la autora ilustra el fascismo, las visitas del caudillo a la isla y los golpes militares. Sin embargo, en el centro de la trama no están los grandes sucesos de guerra sino los sentimientos de los personajes, heridos por una época turbulenta marcada por el conflicto y el miedo. La gran cantidad de personajes abruma y la narración regresiva hace que no sea una lectura fácil. Lejos de ser un libro para la evasión y el entretenimiento, el lector deberá ponerse en el papel de arqueólogo para juntar las piezas de un puzle psicológico e histórico, en el marco de una saga familiar.
Es sorprendente que una autora alemana apueste por cubrir un período de guerra de un país que todavía no termina de abrir el pastel de sus secuelas, heridas y personas que se perdieron, e historias que nunca fueron contadas. Cien años de la historia de Tenerife, pero también de la historia de España y de Europa, con la isla como centro del pasado colonial y las dictaduras europeas del siglo XX. Todo esto con un estilo narrativo que recuerda a la poesía.
Cien años de la historia de España y de Europa, con la isla como centro de las dictaduras europeas del siglo XX