Barcelona no pierde los papeles
Llega a mis manos un libro asombroso de más de seiscientas páginas titulado Barcelona Freak Show de Enric March. Un documentadísimo trabajo repleto de datos, ilustraciones e historias alucinantes que desconocía en mi propia ciudad de mujeres barbudas, hombres-mono exhibidos en barracas del Paral·lel, la mujer tigre que se mostraba por un módico precio en la plaza Catalunya o los campamentos de tribus exóticas que se levantaban en el Parc de la Ciutadella como un zoo humano. Está publicado en coedición entre Viena Edicions y el Servicio de Publicaciones de l’Ajuntament de Barcelona.
Me acerco hasta la Zona Franca. En el edificio que en su día perteneció a un orfanato de los hermanos de la Salle donde crearon un taller de artes gráficas para aprender el oficio, ahora Barcelona se explica a sí misma. Tras subir las escaleras metálicas me encuentro con la directora del Servei d’Edicions de l’Ajuntament de Barcelona, Núria Costa, y con un viejo conocido que anteriormente ha estado en la tramoya de la red de bibliotecas de Barcelona y los engranajes de Barcelona Ciutat Literària de la Unesco, el irreductible Óscar Carreño.
Núria Costa me explica que la imprenta municipal nació para dar servicio de artes gráficas al Ajuntament: dípticos, trípticos, programas de actividades… pero fue creciendo hasta convertirse en una editorial de libros. Opina que resultó crucial el impulso que le dio la escritora y pionera del feminismo catalán Maria Aurèlia Capmany, regidora de Cultura a principios de la década de los ochenta.
“Esta es una editorial de servicio público para editar aquello que por su elevado coste no llegaría a ser publicado por una editorial convencional”. Entre las últimas novedades bajo la marca Barcelona Llibres hay obras como Barcelona brutalista y tardomoderna de Paolo Sustersic en coedición con Àmbit Editorial o The Barcelonian, un llamativo volumen donde 150 artistas gráficos aceptaron el reto de ilustrar la portada de una imaginaria revista que se llamara The Barcelonian, con una llamativa cubierta del añorado Miguel Gallardo. En este momento andan ultimando con Triangle Editorial una guía singular del Monasterio de Pedralbes.
“Hay libros en coedición y producción propia, distribuidos por la distribuidora Ágora”. Los libros están disponibles en la librería municipal de la calle Ciutat y la de la Diputació, pero también en librerías generalistas. “Las colaboraciones con editoriales las hemos normativizado. Cada seis meses hay una convocatoria para que presenten proyectos de libros sobre Barcelona que por sus características no podrían publicarse sin apoyo en la producción. Han de ser libros que profundicen en el conocimiento de la ciudad. No publicamos cualquier cosa, ni productos comerciales que podría publicar una editorial por sí sola”. De hecho, no han entrado en la publicación de ficción para no entrar en competencia con las editoriales privadas.
Carreño apunta que “son libros que rescatan imágenes extraviadas o poco accesibles, expresiones artísticas singulares, artistas o momentos olvidados, miradas inesperadas de la ciudad... si todo eso no se publica, se pierde. No hay servicio público más bonito que compartir el patrimonio cultural de la ciudad con los ciudadanos”. “¡Y ponemos a los libros precios populares para asegurarnos la accesibilidad a esos contenidos!”, señala Costa.
Nos paseamos por la sala de máquinas, donde las imprentas, alguna de ellas histórica, siguen trabajando activamente. Me dice Costa: “Creo que crear conciencia de ciudad y orgullo de pertenencia a través de los libros hace ciudadanía”.