Un año con tres novelas de músicos y cantantes
⁄ Ramon Gener sabe mucho de música, le gusta compartir su pasión, es un gran comunicador que ve más allá
⁄ Decisiones optimistas y accidentes llevan a la protagonista de la novela de Eva Baltasar a una situación límite
metros que arrastra al lector hacia una profundidad vital y problemática, amorosa y zozobrante. Con diferentes temas que se enlazan: la amistad, la fidelidad y el compromiso, la crisis de la relación entre abuelos, hijos y nietos y la desaparición del futuro. Con el sida en el recuerdo y en el horizonte. La recuperación de El martell (Males Herbes), la gran novela de Jordi Sarsanedas, publicada por primera vez en 1956, adquiere un nuevo sentido junto a la obra de Guasch.
Hacía años que Toni Cucarella no publicaba y lo vuelve a hacer con una novela escrita bajo la advocación de Bohumil Hrabal: un retrato de iniciación de un chaval valenciano en relación con un tío pintoresco que le abre la mente y el mundo. Qui de casa se’n va (Amsterdam) empieza de manera espectacular: el tío Cep reúne historias de pedos y las guarda, tapadas con un plato, en un viejo orinal de porcelana: lo orgánico y lo sucio están por todas partes.
Más allá de la novela Ràbia,tanactualy conseguida, Sebastià Alzamora es autor de libros que pasan revista a la historia desde un punto de vista a veces fantástico, siempre político. La acción de El federal (Proa) se situa en La Bisbal, en 1869, durante el levantamiento de la Gloriosa, contra la monarquía absoluta y en favor de la República Federal, que resulta inevitable relacionar con los acontecimientos de los últimos años en Catalunya.
La idea que los escritores de la, digamos novela literaria, pueden llegar al público comercial subyace en el concepto del best seller de calidad que aparece en una de las novelas de Julià de Jòdar o en Les concessions de Miquel de Palol. Una novel·la comercial (Edicions de 1984 )de
Ponç Puigdevall se refiere también a esta idea, desde el propio título. Puigdevall se situa en una posición planiana para hablar de una familia de Sant Feliu de Guíxols que ha perdido fuelle. Un retrato coral que, a partir de un grupo cerrado dibuja los antivalores de la insolidaridad, el egoísmo y la incomunicación.
Sílvia Alcàntara ha vuelto con Cèlia Palau (Edicionsde1984) al mundo de Olor de colònia, siguiendo a la protagonista desde el momento en que abandona la colonia textil para vivir su vida, sin el peso de la familia y la fábrica. Las cosas no son como deseaba y cae en una nueva situación de sometimiento. Con un estilo sin adornos, un catalán auténtico y una gran capacidad de concentrar sentimientos, Alcàntara transforma su experiencia personal: Cèlia Palau es el espejo de la vida de muchas mujeres catalanas.
Vicenç Villatoro ofrece una variante de las novelas de electrificaciones y pantanos: Urgell,lafebred’aigua (Proa). Epopeya de una de las grandes obras que crearon la riqueza del país, con la vivacidad de los muchos personajes implicados. Otra novela temática es Guanyaràs una mar llista (Periscopi )de Miquel Martín i Serra sobre los coraleros de la Costa Brava.
Jenn Díaz cuenta en Violència en tres actes (La Magrana) la experiencia de abuso y violencia que sufrió. La desgrana narrativamente, de una manera desnuda y concreta que implica al lector. En
Com un batec en un micròfon, el premio Llibres Anagrama de este año, Clara Queraltó reconstruye un amor de verano y pone en evidencia de qué manera el chico impone a la chica –que toma la iniciativa al comienzo– una forma de sumisión.
La nueva longevidad es un tema del que se habla cada vez más. Antònia Carré-Pons le dedicó un libro, Quan s’esbrava la mala llet, que tuvo una gran repercusión. El càsting (Club Editor) se presenta como una comedia gerontológica en torno a unas señoras sobrevivientes de covid que examinan candidatos para ocupar la habitación de los huéspedes. La puresa de l’engany (Columna) es la nueva novela del músico Gerard Quintana, protagonizada por un director de cine girundense que viaja a Cuba en los noventa, y conoce a un poeta que regresa con él. Pero todo parece indicar que se trata de un impostor.
Tenemos suerte: Miquel de Palol ha encontrado un editor que cree en su obra y pone en manos de las nuevas generaciones de lectores El jardí dels set crepuscles (Navona), clásico indiscutible y referente de la posmodernidad europea. Mientras que La Magrana recupera dos libros de Maria Antònia Oliver, protagonizados por la detective Lònia Guiu: Antípodes y El sol que fa l’ànec, que la llevan a Australia y Alemania. Este segundo título incluye el primer cuento policíaco de Oliver, que se publicó en un volumen del colectivo Ofèlia Dracs.
Los debutantes: Maria Arimany, educadora social, ha ganado el premio Documenta con el libro de cuentos Al bosc s’hi ha d’arribar quan encara és fosc (L’Altra). La turbulencia sentimental se proyecta en el paisaje y en la vida rural. Marc Font, licenciado en Traducción e Interpretación, en La modista de Gràcia (La Campana), novela el mundo de la confección: de la fábrica al taller de costura personalizado, con una trama de asesinatos de novias. Marc Parera, periodista y traductor, ha escrito La nit més clara (La Magrana), una novela breve, intimista, sobre un joven que, tocado por la muerte del padre, vive una doble vida: estudiante de día, se prostituye de noche. Sònia Lleonart Dormuà, especialista en dirección y marqueting, se estrena con Nascuda de Venus (Rosa dels Vents), sobre un cuadro secreto de Botticelli y una restauradora catalana que se adentra en su misterio. Jordi Font, campesino y pastor en la granja familiar, cuenta en L’estiu del gaig blau (Angle) el conflicto entre padre e hijo, el deseo de huir y la decisión de quedarse. Una versión del mundo rural desdedentro. /