Una cosecha variada y con músculo
Si de algo se puede felicitar el lector interesado en la historia de Catalunya es de que la cosecha de títulos sobre la temática es cada año muy variada. Eso tiene dos virtudes. Una, constatar que el conocimiento de las diversas etapas históricas avanza, hasta cierto punto, a buen ritmo. La otra, que el público con debilidad por determinado periodo tiene asegurado algún título, que puede repescar con la excusa de Sant Jordi. Presentamos una selección.
De la época medieval y moderna destacamos tres títulos. La traducción catalana de Els Borja. El porpra i la sang (Edicions Sidillà ) de Jean-Yves Boriaud, que contribuye a deshacer la leyenda negra de esta estirpe que no pasa nunca de moda. También nos da una dimensión total del personaje la biografía Alfons el Magnànim (1396-1458) de Josep Brugada (Base), que dibuja al rey de Aragón como uno de los grandes gobernantes del Renacimiento. Situada muchos años después,
Vençuda però no submisa. La Catalunya del segle XVIII (Edicions 62)de Joaquim Albareda recorre la continuada voluntad política de los catalanes una vez perdidas las libertades.
La mayoría de obras, sin embargo, se centran en la época contemporánea. Xavier Fleck obtuvo el premio Ensayo del Ateneu Barcelonès con El segon Reich i Catalunya. Alemanya vista des de la cultura i la política catalanes entre 1890 i 1914 (Editorial Afers). Un trabajo sobre las influencias transnacionales, que es una auténtica perla. Un volumen de los años posteriores es el de Xavier Casals i
Enric Ucelay-Da Cal, El fascio de las Ramblas. Los origenes catalanes del fascismo español (Pasado y Presente). El título que desde el otoño ha causado más impacto en la historiografía sobre la Catalunya del siglo XX llega con fuerza.
La etapa republicana es una constante en las novedades cada temporada. Fermí Rubiralta, Fèlix Villagrasa i Francesc Josep Porta han publicado recientemente Josep Dencàs i Puigdollers, el conseller maleït, 1900-1966 (Editorial Base). Una biografía que, sobre todo, pretende sacar la etiqueta de fascista al dirigente separatista, pero es pronto todavía para valorar si la aportación generará debate. Quien lo ha hecho, y mucho, es la finca leridana de un presidente de la Generalitat. Ferran Dalmau, Marc Macià y otros autores publicaron en diciembre
Vallmanya, el paradís perdut de Francesc Macià (Pagès Editors) justo cuando las administraciones acordaron adquirir y rehabilitar la casa para musealizarla.
Hay libros de consulta que resultan imprescindibles. La investigadora y periodista Ester Boquera ha Les publicacions de la Generalitat de Catalunya, 1931-1939 (Generalitat de Catalunya). Un volumen necesario para profundizar en el conocimiento de la comunicación de nuestra principal institución.
La derrota en la Guerra Civil decapitólosproyectosrepublicanos.Varias obras tratan las consecuencias desde diferentes perspectivas. El incansable
Xavier Febrés profundiza en la peripecia que rodeó las obras de arte y objetos de valor escondidos en una mina del Alt Empordà durante la retirada en El tresor de la Vajol (Editorial Gavarres). Joan Santacana i Imma Socias, en cambio, hablan de aquellos que aprovecharon la Segunda Guerra Mundial para sacar provecho y de sus víctimas, entre las cuales Francesc Cambó, en L’art ensangonat. Saquejats i saquejadors durant el Tercer Reich
(L’Avenç). Emparentado con este, el periodista Xavier Juncosa ha publicado una biografía del marchante de arte de la Gestapo en Barcelona que desde principio de año ha hecho mucho ruido, La doble vida de Pierre Lottier (Nèmesi).
Laia Arañó, en cambio, presenta un estudio a ras de tierra sobre los republicanos vencidos y las miserias que sufrieron en el país vecino. El camp dels catalans. Agde en el sistema concentracionari francès (1939-1940) (Afers) quedará como estudio de referencia en su ámbito.
Josep Lluís Martín-Berbois, por su parte, presenta la biografía de quienes salieron adelante, y muy bien, durante el franquismo. Joan Llonch Sales. Emprenedor, mecenes i polític catalanista
(Fundació Ars) es el retrato de uno de los fabricantes más emblemáticos de Sabadell. Otras dos obras tienen el régimen de fondo, pero hablan de figuras del antifranquismo. Agustí Pons ha publicado Catòlics, comunistes i cia. Intel·lectuals catalans i guerra freda (Edicions de 1984),
esencial para comprender la superioridad moral de la intelectualidad catalana marxista y su dificultad para mantener la equidistancia entre EE.UU. y la URSS. Por el contrario, el monje de Montserrat, Aureli Argemí ha presentado La llavor sembrada (Pòrtic),memoriasenquedestaca su papel como secretario del abad Escarré y como fundador del Ciemen. También en el tardofranquismo, Agustí Colomines trata la movilización política para enfrentarse al régimen a partir de documentación inédita de los archivos norteamericanos en Amnistia i llibertat, 28 d’octubre de 1973 (Rosa dels Vents).
Acabamos la selección con dos títulos que tratan otras geografías sobre las que no se presta bastante atención. Montserrat Duch habla del papel de la mujer en el siglo XX catalán con una recopilación de investigaciones que abre nuevas perspectivas de estudio sobre la cuestión, en
Pa i Roses. Píndoles per a una altra història del segle XX (Editorial Base).I Carles Viñas sitúa de manera concisa y diáfana un fenómeno en auge en Entre la nostàlgia i el populisme. Breu història de l’extrema dreta a Catalunya (Fonoll-La Mira). En conjunto, una muestra evidente delmúsculodenuestrahistoriografía. /
⁄ De la época medieval hasta el siglo XX, el público con debilidad por algún periodo tiene un título asegurado