La función, el entorno y la estrategia
Las claves del estudio elaborado por Augere, en base a la opinión de unos 1.000 líderes de España y Latinoamérica, directivos todos ellos de diferentes áreas de negocio y áreas funcionales con responsabilidad sobre el liderazgo de equipos humanos, se pueden resumir en tres grandes apartados:
Es muy importante que el directivo comprenda su papel. Para Giménez, “es habitual encontrarte con líderes que te dicen ‘a mí nadie me ha enseñado a ser directivo. Es importante saber que se espera de mí’. En realidad, ha aprendido con la experiencia que ha tenido a lo largo de su carrera profesional con sus anteriores jefes. Es muy probable que lo que haya metabolizado de ellos sea un modelo de tipo autoritario. No siempre son conscientes de que conseguir resultados es necesario, pero no suficiente. La capacidad relacional es fundamental y no todos la tienen”. Conor Neill tercia al recordar que hasta hace poco las escuelas de negocios hacían honor a las siglas de sus MBA “administrar negocios”, pero no “liderar negocios”. Y pone un símil futbolístico. “Si el equipo va ganando por 3-0, en la segunda parte necesitará un capitán que gestio- ne la victoria para que no se escape. Si, en cambio, pierde por 1-3, lo peor será seguir haciendo lo mismo. Cuando pierdes la gestión no te sirve, el capitán debe liderar un cambio de orientación para tratar de ganar”.
Es importante la perspectiva desde la que analiza lo que pasa en su entorno. “Todos tenemos ciertas habilidades empáticas y somos capaces de medir aproximadamente el impacto que tiene una decisión en nuestro equipo. Pero es corriente encontrar directivos que dicen a su gente ‘tenéis muy buenas ideas, pero vamos a hacer lo que digo’. Son muchos quienes así actúan y no reparan en que pierden credibilidad. Cuando les pidan otra opinión no le tendrán en cuenta, ¿para qué? En el fondo, quien así hace, no quiere ver que la capacidad de ampliar la perspectiva aumenta la probabilidad de acertar en las decisiones”, dice Giménez. Para Neill, “cuantas más opiniones se recaben, más aciertos se tendrán, porque por definición siempre saben más todos que uno. La clave está en escuchar, una habilidad que se debe desarrollar”.
Ver qué estrategias se utilizan para relacionarse con los demás. Hay diversos planteamientos, desde esforzarse en que todos ganemos algo, hasta el yo gano y tú pierdes... Giménez insiste en que es clave conocer las propias emociones para conseguir relaciones de calidad y a largo plazo. “Si te conoces es más fácil decidir con equilibrio, ya que ante cualquier opción eres capaz de analizar los pros y las renuncias. Lamentablemente, es bastante habitual que no aprendamos de los fracasos ni de los éxitos, porque enseguida pensamos ya en el próximo objetivo...”.